En reiteradas oportunidades el apóstol Pablo escribe en sus epístolas relacionando el dolor de parto con las pruebas que purifican a cada creyente, a la Iglesia en general e, inclusive, a las naciones. Los «dolores de parto» están relacionados siempre con grandes tribulaciones, aflicciones y dolor, pero en un sentido bueno; pues como sucede en lo natural, que luego de los dolores nace un nuevo ser y la madre olvida lo padecido por la bendición de tener a la criatura entre sus brazos, igual pasa en el mundo espiritual: muchas veces sufrimos dolores como de parto para luego acariciar la bendición de Dios.
Pues bien, Venezuela ha iniciado su proceso de parto, todos y cada uno de los dolores que nos han sobrevenido como nación tienen la única finalidad de purificar el corazón del venezolano para que nazca la nueva Venezuela, la nación del gran avivamiento. Pero así como solo la madre sufre de estos dolores, solo aquellos que han permanecido y están sufriendo los dolores del parto nacional serán quienes disfruten más y de primera mano de las grandes bendiciones que están por darse a luz. Los médicos, asistentes y enfermeras solo pueden ayudar a que se produzca el parto, pero será solo la madre la que disfrute, tras sus dolores, de la primera y mayor bendición de abrazar y tener con ella a la criatura de su sufrimiento, ahora convertida en su mayor motivo de dicha. El que lee entienda…
Como todo dolor, el parto produce un trauma, pero se diferencia en el producto, puesto que al final nace una criatura que ha sido cuidad, alimentada y esperada durante nueve meses, y es esa criatura la que hace olvidar lo vivido y produce una nueva esperanza y una alegría que va en crecimiento permanente. Tal cual son los procesos traumáticos de las naciones cuando Dios está tras el asunto, y Venezuela es una de esas naciones que va a dar a luz una nueva; un país conforme al corazón del Señor que crecerá y fructificará no solo para sus habitantes, sino para muchas otras naciones del mundo.
Tal vez muchos piensen que esto tarda y pareciera que no llegara nunca, por lo que no debemos olvidar que cuando comienza el proceso de concepción divina para una nación Dios conoce el tiempo (“kayros”, uno que no se mide cronológicamente, sino que es el tiempo del Señor) del alumbramiento del nuevo país; «lo que para los hombres es imposible, para Dios es posible», jamás lo olvidemos.
El alumbramiento de la nueva Venezuela ya comenzó, esperemos por el kayros de Dios una vez terminen los dolores de parto. La criatura nacional nacerá bien, no será aborto, el Señor jamás aborta sus propósitos, y el de Venezuela es uno demasiado grande y glorioso. Cuando nazca, nadie dudará que Dios estuvo desde el principio hasta el final de la concepción. [quote bcolor=»#1e73be»]††††††† 1, 2, y 3 †††††††
1 ARREMETIDA GAY. Es asombroso cómo la gente arremete contra los cristianos en defensa de lo indefendible: la institucionalización de la uniones depravadas. Nos agreden e insultan tratando de señalar que la homosexualidad es un pecado como cualquier otro, lo cual es cierto, pero lo que la Iglesia de Cristo a nivel mundial protesta es el hecho de atentar contra la primera y fundamental institución establecida por Dios como lo es la familia. La homosexualidad requiere del mismo arrepentimiento que cualquier otro pecado, pero destruir la familia eso no se puede aceptar en ningún lado del mundo.
2 CONSEJO DIVINO. Para aquellos en funciones de gobierno y judiciales, esto dice Dios: “En todas las ciudades que el Señor tu Dios te dará pondrás jueces y oficiales de tus tribus, los cuales impartirán justicia entre el pueblo. No tuerzas el derecho. No hagas acepción de personas, ni aceptes soborno, porque el soborno ciega los ojos de los sabios, y pervierte las palabras de los justos. Tú haz justicia, y nada más que justicia, para que vivas y tomes posesión de la tierra que el Señor tu Dios te da” (Deuteronomio 16:18-20).
3 LO DIJO Galileo Galilei: «Las matemáticas son el alfabeto con el que Dios ha escrito el Universo».
Y la Biblia DICE: “Los cielos cuentan la gloria de Dios, el firmamento proclama la obra de sus manos. Un día comparte al otro la noticia, una noche a la otra se lo hace saber. Sin palabras, sin lenguaje, sin una voz perceptible, por toda la tierra resuena su eco, ¡sus palabras llegan hasta los confines del mundo! Dios ha plantado en los cielos un pabellón para el sol” (Salmo 19:1-4. NVI).[/quote]