
Es importantísimo estar prevenidos para no ser engañados. Recordemos que Jesucristo advirtió que surgirían un gran número de falsos profetas y que engañarían a mucha gente (Mateo 24:11).
Hace poco, mientras mi hija y yo paseábamos por el centro comercial, se nos acercó una mujer para preguntarnos si sabíamos sobre el culto a «Dios Madre». La verdad es que nunca habíamos escuchado sobre el tema, particularmente me causo interés, así que le permití unos minutos para que nos explicara de lo que se trataba. La dama en cuestión fundamentó sus argumentos en versículos bíblicos. Afirmó que hay dos dioses, una imagen masculina de Dios y una imagen femenina de Dios. La imagen femenina de Dios es «Dios Madre». Dijo que los creyentes pueden lograr la salvación de sus almas si cumplen con todos los ritos religiosos que Jesús practicó cuando estuvo en el mundo, especialmente la celebración de la Pascua. Ella sostuvo que Cristo ha venido por segunda vez y que está entre nosotros.
Enseguida nos dimos cuenta de que se trataba de un culto satánico, cuyo propósito es apartar al creyente de la verdadera fe. Todo lo que la mujer afirmó niega la obra de Cristo en la cruz. El apóstol Pablo enseñó: «Queridos hermanos, no crean ustedes a todos los que dicen estar inspirados por Dios, sino pónganlos a prueba, a ver si el espíritu que hay en ellos es de Dios o no. Porque el mundo está lleno de falsos profetas» (1ª Juan 4:1. TLA).
Satanás se disfraza de ángel de luz buscando a quien engañar, pues sabe que le queda poco tiempo (Apocalipsis 12:2). Su deseo es suplantar a Dios, por eso intenta reclutar la mayor cantidad de seres humanos para que lo adoren. Así como usó erróneamente las Escrituras para tentar a Jesús en el desierto, las usará para entramparnos. No nos dejemos embaucar con mentiras tan hábiles que parecen verdad. Para distinguir entre la verdad y el error, debemos abrir la Biblia, leerla, estudiarla, memorizarla. Ningún ser humano puede ganar su salvación por obras ni por cumplir ritos religiosos. «Dios los salvó por su gracia cuando creyeron. Ustedes no tienen ningún mérito en eso; es un regalo de Dios. La salvación no es un premio por las cosas buenas que hayamos hecho, así que ninguno de nosotros puede jactarse de ser salvo» (Efesios 2:8-9. NTV).
El culto a dios Madre es un nuevo movimiento religioso que se extiende aceleradamente por el mundo negando al Señor y blasfemando contra su Santo Espíritu.
Liliana Daymar González
Periodista
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