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Vino nuevo para Venezuela

[quote]Lo que Dios quiere hacer con nuestro país es precisamente cambiar su sistema y no solo el religioso que impera, sino el sistema corrupto y malévolo que la rige espiritual y físicamente…[/quote] Mateo 9:17 dice: «Ni tampoco se echa vino nuevo en odres viejos, porque el vino nuevo revienta los odres, y entonces el vino se derrama y los odres se echan a perder. Más bien, el vino nuevo debe echarse en odres nuevos, y tanto lo uno como lo otro se conserva juntamente» (RVC).

En este pasaje, el Señor usó esa ilustración para explicar que Él no había venido para remendar el viejo sistema religioso del judaísmo con sus reglas y tradiciones, su propósito era traer algo nuevo, lo que había sido profetizado mucho tiempo antes de que Él viniera a la tierra.
Unos versículos antes, los discípulos de Juan le preguntaban al Señor por qué ellos y los fariseos ayunaban muchas veces y los discípulos de Jesús no. Las costumbres judías, establecían que los hombres debían ayunar como muestra de arrepentimiento y para evitar la ira de Dios, por lo tanto, si no había por qué lamentarse o arrepentirse, no era necesario ayunar.
El Señor confrontaba a los discípulos de Juan con todo lo que decía y hacía, pues Él no venía a hacer lo mismo que ya estaba establecido en la ley para la expiación del pecado, sino que Él mismo sería el Cordero sacrificado que expiraría, poco tiempo después, los pecados de los hombres.
Pero retomando el tema del cambio de sistema, el vino nuevo, es decir, las Buenas Nuevas de Salvación que Jesús traía, no podían ser recibidas por cualquiera, pues rompía con todo esquema religioso legalista. Para poder entender que a través del sacrificio de Jesús los pecados serían perdonados y habría una nueva oportunidad de vida para el que se sabía perdido, hay que estar preparado, es decir, hay que tener un corazón dispuesto al cambio, especialmente porque ese mensaje se perpetúa a través de las generaciones, de allí que se necesite un odre nuevo, un cambio, un nuevo comienzo.
Justamente es eso lo que Venezuela está necesitando, un nuevo inicio, un cambio de sistema, una Nueva Venezuela. El Señor no va a remendar esta nación, no hay curitas, suturas, ni cremas para golpes que puedan salvarla, la nación tiene que ser llevada, por Dios, no por el enemigo, a su punto más bajo, al quiebre total, a su completa rendición y muerte, para poder así traer un vino nuevo, una nación nueva: la Nueva Venezuela. Lo que Dios quiere hacer con nuestro país es precisamente cambiar su sistema y no solo el religioso que impera, sino el sistema corrupto y malévolo que la rige espiritual y físicamente…
El poder, autoridad, unción y gracia de Dios no pueden ser depositados en una vasija u odre que esté viejo, pues como envase, no está preparado para tanta gloria del Padre.
Solo la Nueva Venezuela podrá conservar el vino nuevo que Dios tiene preparado para derramar hasta que sobreabunde en esta nación, pero ¿qué debemos hacer?

Como Iglesia de Cristo:
• Debemos salir a la calle al rescate de las almas:
«Por tanto, vayan y hagan discípulos en todas las naciones, y bautícenlos en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo» (Mateo 28:19).

• Debemos orar por la conversión de las personas:
«Porque el Hijo del Hombre vino a buscar y a salvar lo que se había perdido» (Lucas 19:10).
«Por eso también puede salvar por completo a los que por medio de él se acercan a Dios, ya que vive siempre para interceder por ellos» (Hebreos 7:25).

• Debemos orar por el retorno de aquellos que conocieron al Rey vivo y que se apartaron:
«Si mi pueblo, sobre el cual se invoca mi nombre, se humilla y ora, y busca mi rostro, y se aparta de sus malos caminos, yo lo escucharé desde los cielos, perdonaré sus pecados y sanaré su tierra» (2° Crónicas 7:14).

Como venezolanos, debemos rendirnos ante Dios, creer que solo Él puede salvarnos y sacarnos de las tinieblas para llevarnos a su luz admirable, solo así nacerá la Nueva Venezuela.
La mirada de los venezolanos, Iglesia o no, debe estar enfocada en lo alto y no en derecha o izquierda. Piense y medite, abra su corazón, esté dispuesto al cambio.
Si ningún hombre ha podido mejorar la situación actual, es tiempo de darle la oportunidad al Señor, procure tener un corazón dispuesto, ¿cómo puede hacer esto? Dice la Biblia: «Busquen a Dios, y vivirá su corazón…» (Salmo 69:32b. RVC).

Marianna A. Moreno B.
Periodista

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