
La felicidad, sea en la vida, sea en el matrimonio, no es un estado, sino una decisión. Tu matrimonio podría llegar a ser un pedacito de cielo en la tierra, si así lo quisieras.
¿Cómo puedes ser feliz en tu matrimonio?
1. Comienza creyendo que funcionará
Piensa lo mejor para tu matrimonio, espera lo mejor para tu vida en pareja, recibe por fe lo mejor para tu futuro. Pablo, en la carta a Tito, capítulo 2 versículo 13, dice que Jesucristo es nuestra esperanza bienaventurada. Revístete de esperanza cada día; todos los días. Conoce que aquel que sostiene tu mañana, también sostendrá tu matrimonio, tu familia y tus afectos.
2. Comprométete de verdad
La palabra compromiso parece ajena a las relaciones de estos tiempos.
La tasa de divorcio aumenta porque nuestra palabra ya no es un convenio y el compromiso es algo que encontramos en los contratos de propiedad, pero no en los asuntos matrimoniales. Si has hecho un compromiso con tu pareja, ¡sencillamente cúmplelo!
3. Sé fiel siempre
Toda persona quiere que su cónyuge le sea leal en todo, tanto en acciones como en pensamientos. La infidelidad destruye un matrimonio o hace que la reconstrucción, después del adulterio, sea un verdadero milagro. El matrimonio es el único lugar donde Dios bendice las relaciones sexuales. Dentro de los límites del matrimonio, la unión sexual debiera ser una verdadera dicha. Fuera de ese ámbito, la Biblia la condena. Si mantienes tus votos de fidelidad, éstos mantendrán tu matrimonio.
4. Celebra las diferencias
Alguien dijo: “Antes del matrimonio, los opuestos se atraen; después, se repelen”. Ella quiere que él no tenga aventuras; él quiere que ella lo vea como su héroe. Ella quiere que él le hable; él quiere que ella esté siempre dispuesta. Ella quiere más de lo que le escucha decir, él quiere más de lo que dio en el noviazgo, quiere ser deseado.
La Biblia ordena al esposo encontrar satisfacción y gozo con su esposa (Proverbios 5:19; Eclesiastés 9:9). Le manda ocuparse de satisfacer las necesidades de ella (Deuteronomio 24:5; 1ª Pedro 3:7). La esposa debe estar disponible (1ª Co 7:2-5) y ser sensible a las necesidades de su esposo (Cantares 4:16; 5:1 y Génesis 24:67).
Diana Castro dice: “Hacer el amor para la mujer comienza con un abrazo, con caricias y con cosas lindas que su esposo le dice. No empieza cuando se apaga la luz y se cierra con llave la puerta del dormitorio”. Recuerda, ¡la intimidad no es una fórmula, es un estilo de vida!
5. Escucha a tu pareja
Los hombres tienen que aprender el arte de escuchar y las mujeres el arte de transmitir confianza.
“Cuando un hombre puede escuchar los sentimientos de una mujer sin enojarse y sin sentirse frustrado, le está ofreciendo a su mujer un maravilloso regalo. Hace que ella se sienta segura al expresarse. Cuanto más pueda ella expresarse, más escuchada y comprendida se sentirá y tanto más estará en condiciones de brindarle a su esposo la confianza, la aceptación, el aprecio, la admiración, la aprobación y el aliento que necesita.” —John Gray.
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