¿Sabías que existe una palabra que culturalmente le tenemos miedo?Muy probablemente escuchaste o te dijeron: «¡Muchacho no seas ambicioso!». Y quedó grabado en tu mente, siendo un obstáculo inconsciente que no te dejó lograr lo que planeaste, llegaste a pensar: ¡Quizás no era la voluntad de Dios!¡AMBICIÓN! Todo un gran Tabú Cultural que te ha detenido. Quiero ir al significado práctico de la palabra que es: La fuerza ardiente que nos mueve para cumplir una meta u objetivo, el poder que todos necesitamos para ser eficaces y eficientes, pero también quiero dar el significado práctico de otra palabra que produce daños irreparables y es la CODICIA, la cual significa, en pocas palabras, «AMBICIÓN SIN PRINCIPIOS», el mismo poder en modo desmedido que se desborda y daña al que está alrededor y también al que lo posee. En 1ª Timoteo 6:10 establece que la codicia produce como consecuencia el «desviarse de la fe y ser traspasado de muchos dolores» por lo cual nuestra responsabilidad está en usar el dominio propio del Espíritu Santo para controlar ese tremendo poder que nos impulsa a cumplir el anhelado propósito de vida asignado por Dios.Ahora bien, la ambición tiene conexión con las finanzas personales, ya que Dios desea que vivas en prosperidad integral. Cuando el ardiente deseo de pasar de ser ordinario a ser Extraordinario nos mueve, cumplimos lo que nuestro Señor Jesús ordenó antes de ascender a su Padre diciendo: «Y ustedes harán mayores cosas que las que yo he hecho» (Juan 14:12). ¡Wow! Una orden de poder ardiente para tu vida, así que todo pensamiento de conformismo tienes que expulsarlo, como lo expresó el apóstol Pablo: «No os conforméis al pensamiento de este siglo» (Romanos 12:21), es decir, mantente actualizado, no te quedes paralizado, avanza ¡muévete e insiste hasta el cumplimiento de tus metas! En tal sentido, es tu responsabilidad buscar las herramientas para entrenarte en todos los entornos, así estarás en la primera línea, en la primera clase, como lo que eres verdaderamente «Reyes y Sacerdotes del Dios Altísimo» (Apocalipsis 1:6). El entrenamiento financiero es un arma en contra de las estrategias de las tinieblas, históricamente está demostrado: «quien tiene la sabiduría tiene el poder» (Proverbios 2:6). Aprender educación financiera te mantiene lejos del orgullo, la avaricia, la codicia y te apalanca en el avance de Gloria en Gloria y de Poder en Poder, agradando el corazón de Dios, con humildad y sencillez, sabiendo que lo que has obtenido ha sido gracias a Él. ¡Bendiciones y paz financiera!
Jonathan Ruiz
Pastor y asesor internacional en Finanzas Personales
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