Nuestro único fundamento verdadero en tiempos de problemas es el Señor y su Palabra
“Entonces Josafat se puso en pie en la asamblea de Judá y de Jerusalén, en la casa de Jehová, delante del atrio nuevo; y dijo: Jehová Dios de nuestros padres, ¿no eres tú Dios en los cielos, y tienes dominio sobre todos los reinos de las naciones? ¿No está en tu mano tal fuerza y poder, que no hay quien te resista?” (2 Crónicas 20:1-30; vv. 5-6).
¿Cómo reacciona ante un problema grande para el que parece no haber solución? Después de considerar todos los ángulos y no ver una salida, ¿se llena de pánico o se hunde en la desesperación? Los creyentes en Jesucristo debemos recordar que hay otra opción: orar y confiar en el Señor.
Los versículos de hoy ofrecen un relato magnífico y detallado de la notable fe de Josafat. Cuando el reino de Judá fue amenazado por un gran y poderoso enemigo, el rey respondió buscando al Señor. Su oración se basó en las promesas divinas y en la dependencia total de Dios que tenía Judá para su salvación. Como respuesta, el Señor envió un mensaje reconfortante a través de un profeta, y Josafat le dijo al pueblo: Confiad en el SEÑOR vuestro Dios, y estaréis seguros. Confiad en sus profetas y triunfaréis” (2 Crónicas 20:20 LBLA).
Este es un buen consejo para nosotros hoy, porque nuestro único fundamento verdadero en tiempos de problemas es el Señor y su Palabra. La oración de Josafat es un modelo que podemos imitar. Cuando venimos con humildad ante Dios y basamos nuestras peticiones de oración en las verdades y promesas que encontramos en las Sagradas Escrituras, podemos confiar en que Él hará sin duda lo que ha dicho.
Charles F. Stanley
Pastor, maestro y escritor