«Si Jehová no edificare la casa, en vano trabajan los que la edifican» (Salmos 127:1).
¿Qué quiere decir que Jehová construya la casa? Casi parece una contradicción cuando consideramos que es Dios quien quiere que nosotros sembremos, trabajemos y establezcamos Su obra. Sin embargo Dios quiere que nosotros le permitamos a Él ser el hacedor de todas las cosas (Jeremías 10:16).
El salmista agrega: «Si el Señor no protege la ciudad, protegerla con guardias no sirve para nada. Es inútil que te esfuerces tanto, desde la mañana temprano hasta tarde en la noche, y te preocupes por conseguir alimento; porque Dios da descanso a sus amados» (Salmo 127:1-2).
Dios nos está diciendo que hay una manera de trabajar sin tanto esfuerzo. Hay una manera de hacer las cosas sin fatigarse y estresarse. Su advertencia a cada uno de nosotros es evitar pensar que el resultado de nuestro trabajo descansa en base a nuestro sudor y nuestro esfuerzo.
Un día, Jesús llamó a Pedro de la orilla del lago y le sugirió que lanzara su red al otro lado de la embarcación. Fue este simple acto de obediencia que produjo una tremenda captura de peces que Pedro no habría recibido a menos que el permita al Señor ser el hacedor de esa obra. Todo lo que Pedro tenía que hacer era permanecer y obedecer a Jesús. El esfuerzo era válido pero el permanecer y obedecer era más importante.
El resultado o fruto de nuestro trabajo se basa en la obediencia en permanecer en Él. Pablo agrega que no depende del que quiere, ni del que corre, sino de Dios que tiene misericordia (Romanos 9:16). En otras palabras podes esforzarte todo lo que tú quieras pero si Dios no lo permite no llegarás a ningún sitio.
Arnold Enns
Presidente de Coicom
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