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“El divorcio, la maldición del siglo XXI”

(Manuel y Angelita Castañeda – Pastores).-

En el mundo de hoy es tan fácil casarse y divorciarse al día siguiente, sólo porque algo no nos gustó
Esto lamentablemente está entristeciendo el corazón de Dios, ya que un alto índice de divorcios también está azotando la iglesia cristiana.
Según la INEGI el 89% de las mujeres casadas o en unión libre sufrió  violencia emocional  (este tipo de violencia incluye menosprecios, amenazas, prohibiciones, entre otros).
En tanto, 56% padeció violencia económica, fue víctima de algún tipo de violencia física o tuvo algún incidente de violencia sexual por parte de su pareja.
Hay una ola de divorcios pasando en nuestra sociedad, que resulta IMPERATIVO que busquemos la ayuda de DIOS.
Tenemos que reconocer que nuestro matrimonio necesita OXÍGENO, y eso sólo viene de parte de Aquel que instituyó el Matrimonio.
La familia como institución, se encuentra en la sala de emergencia y el diagnóstico es GRAVE.
Hoy en día la sociedad está sufriendo un efecto DOBLE, los matrimonios que se casaron y se están divorciando y los que viven en unión libre no se quieren casar.
Según la INEGI el 50% se separan antes de los 5 años y el 73% se separan a los 10 años y solamente sobreviven el 27% para vivir con su pareja hasta la muerte.
Usted en su hogar tiene el diamante que usted desea tener, si su cónyuge no quiere estar en casa y quiere estar sólo en la calle es porque sabe que el hogar está hecho un infierno de peleas.
He visto casos en matrimonios que mientras vivían juntos vivían una vida de decadencia física, se dejaron engordar, decayeron su apariencia, perdieron todo el matiz de estar atractivos para su cónyuge, pero en cuanto se divorciaron empezaron a adelgazar e ir al gimnasio y estar atractivo(a) y hermoso(a) y se miran impecables.
Me pregunto yo ¿por qué no se ponían hermosos y bellos cuando estaban casados?, y caigo en que realmente el cáncer de la RUTINA los mató.
Quiero exponer unas verdades sin caer en lo vulgar.
Muchos años atrás en EE.UU donde yo era pastor después de haber casado a cierta pareja, la noche de bodas me llamó la recién casada mujer pidiéndome que fuera inmediatamente a su casa a lo cual le conteste que estaba cansado que disfrutaran su luna de miel y después nos podíamos reunir, a lo cual ella me contestó que era urgente que vaya a su casa porque ella estaba a punto de abandonar a su recién esposo.
No podía creer el motivo por lo que se querían separar los recién casados, ella estaba molesta porque su recién esposo quería ponerla en todas las posiciones sexuales posibles, a lo cual ella le contestaba que era su recién esposa virgen con la que se casaba, no con una prostituta.
Esa noche nació en mi corazón el dar conferencias matrimoniales a los novios que están comprometidos para casarse y consejería a los esposos que desean un consejo en su matrimonio.
Hay un tabú generalizado en cuanto al sexo o las relaciones sexuales entre las parejas que abrazamos la fe cristiana.
Y uno de los errores está entre nosotros los ministros que no damos consejería matrimonial a las parejas en cuanto al sexo.
Mucha gente cristiana piensa que el vivir una vida plena sexual es pecado y viven una vida recatada en cuanto al sexo, sin saber que Dios instituyó al matrimonio para que vivan una vida sexual plena.
«Sea bendito tu manantial, y alégrate con la mujer de tu juventud, como cierva amada y graciosa gacela. Sus CARICIAS te satisfagan en todo tiempo, y en su amor recréate siempre» (Prov. 5:18-19).
Tenemos que reconocer que el SEXO además de ser un placer es una necesidad fisiológica entre los matrimonios.
En estos 25 años de casado me ha tocado ver a pastores, evangelistas, apóstoles, etc., siendo traicionados o abandonados por sus cónyuges porque simple y llanamente se metieron de lleno a buscar de Dios y se olvidaron por completo de la sexualidad en la pareja; la BIBLIA dice: «El marido cumpla con la mujer el deber conyugal, y asimismo la mujer con el marido» (1ª Corintios 7:3).
En cuando a la búsqueda de Dios, la BIBLIA dice: «No os neguéis el uno al otro, a no ser por algún tiempo de mutuo consentimiento, para ocuparos sosegadamente en la oración; y volved a juntaros en uno, para que no os tiente Satanás a causa de vuestra incontinencia» (1ª Corintios 7:5).
DIOS le da una recomendación a los solteros y a las viudas: «Digo, pues, a los solteros y a las viudas, que bueno les fuera quedarse como yo;  pero si no tienen don de continencia, cásense, pues mejor es casarse que estarse quemando» (1ª Corintios 7:8-9).
¡Este es tu mejor año de conquista y victoria para tu familia, tu iglesia y tu Nación!

launcionfinal@aol.com

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