(Agencias/ VyV – TACLOBÁN).-
Diferentes ciudades y localidades de Filipinas fueron impactadas y gravemente afectadas por el tifón Haiyan el pasado viernes 8 de noviembre y que continuó su paso ocasionando estragos en Vietnam también.
A pesar del estado de emergencia que se declaró en el país y de la evacuación que se comenzó a hacer en las zonas costeras desde el jueves previo a la llegada de Haiyan, cerca de diez millones de personas en las diferentes 41 provincias fueron afectadas por el tifón, que catalogan como uno de los más fuertes en la historia, y al menos diez mil personas perdieron la vida en este desastre natural, de acuerdo al Comité Internacional de la Cruz Roja.
Respuestas humanitarias
Diferentes naciones y organizaciones han respondido ante la situación de devastación de Filipinas y han enviado cargamentos con insumos necesarios para los sobrevivientes de Haiyan.
El presidente de EE.UU, Barack Obama y el Secretario de Estado, John Kerry, enviaron asistencia militar para ayudar a aliviar la situación; también la Cruz Roja Internacional, así como agencias cristianas internacionales, Visión mundial, Convoy de esperanza, Misiones Agua internacional, Alimento para el hambriento, el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF), el equipo de Coordinación de Desastres de la ONU, el Programa Mundial de Alimentos (PAM), entre otras.
Cambios climáticos
El impacto del cambio climático en fenómenos tan devastadores como el tifón que ha arrasado parte de Filipinas conmocionó a los más de 190 países participantes en la 19 Cumbre del Clima, que arrancó en Varsovia, Polonia.
La secretaria general de la Convención Marco de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), Christiana Figueres, vinculó este suceso con el calentamiento global. «Nos reunimos con el peso de dos realidades sombrías: somos los primeros humanos que respiran 400 partes por millón de dióxido de carbono (CO2) con cada inspiración (…) lo segundo es el devastador impacto del tifón Haiyan», dijo.
Por su parte, Yeb Sano, comisionada filipina para el clima, expresó: «Filipinas es el segundo país más vulnerable por el calentamiento global, con 22 tifones anuales de media, algo insostenible que genera daños imposibles de sufragar».
Los expertos subrayan la importancia del calentamiento de los océanos en la formación de los tifones, algo relacionado con las emisiones de dióxido de carbono a la atmósfera, pero este no es el único elemento que interviene. También entra en juego, por ejemplo, la estabilidad de la atmósfera», explica Ángel Rivera, meteorólogo del Estado y exportavoz de la Agencia Estatal de Meteorología.
«La intensidad de los ciclones tropicales depende principalmente de dos factores: la temperatura de la superficie del océano y la cizalla vertical del viento (diferencia de intensidad del viento entre niveles bajos y niveles altos de la troposfera). Cuanto mayor es la primera y menor la segunda, más intensos son», detalla Manuel de Castro, Catedrático de Física de la Atmósfera de la Universidad de Castilla-La Mancha.
Para este investigador, participante en el último informe científico del IPCC (panel de expertos del cambio climático de la ONU), está claro que el primero de los elementos interviene en la intensificación del calentamiento global proyectado para mitad y final de este siglo. «Respecto al segundo, se tienen evidencias de que en esa zona del Pacífico occidental hay un efecto asociado a la concentración en el aire de aerosoles (partículas) emitidos en su mayor parte desde el sur de Asia (China principalmente), que tiende a debilitar los vientos en altura», añade.
El climatólogo Jonathan Gómez Cantero echa de menos la ayuda de grandes potencias. «Es un evento muy intenso, pero el problema principal es la pobreza y la desigualdad, si se hubiera formado a los ciudadanos se habrían alejado de la costa y se habrían evitado víctimas», contempla.
El clima y la Biblia
Dios en su santa Palabra contenida en la Biblia, hace siglos nos advirtió acerca del progresivo e indetenible deterioro que sufrirá la tierra por causa del descuido o mala admistración que los hombres le hemos dado al planeta que Él creó y nos entregó para cuidarlo, hacerlo fructificar y multiplicar sus especies; sin embargo, la humanidad poco caso ha hecho de las advertencias divinas, ¿el producto de ello?, lo que observamos y que seguirá incrementándose conforme pase el tiempo.
Dios advierte que los rayos solares aumentarán siete veces o grados su intensidad en los tiempos cercanos la fin, trayendo catastróficos resultados tales como el calentamiento global, destrucción de la corteza forestal, desaparición de especies de animales y muerte masiva de muchos seres humanos por causa del hambre, la multiplicación de enfermedades, falta de agua potable, etc. No hay vuelta atrás a esta realidad, sólo existe una solución y es espiritual y debe ser tomada personalmente por cada ser humano: Refugiarse en Jesucristo; si bien ello no detendrá lo inminente, guardará la vida y el alma de quien lo haga por toda la eternidad.


