(Protestante Digital/ VyV – CDAD. DE VATICANO).-
El Papa Francisco ha decidido conceder esta «gracia» para el próximo Jubileo, que comienza en diciembre de 2015. Por su parte, el teólogo cristiano y experto sobre el Vaticano, Leonardo de Chirico, lo considera «un movimiento liberal con una herramienta medieval».
En una carta dirigida al Presidente del Consejo Pontificio, el Papa Francisco escribió: «He decidido conceder a todos los sacerdotes para el año jubilar, no obstante cualquier cuestión contraria, la facultad de absolver del pecado del aborto a quienes lo han practicado y arrepentidos de corazón piden por ello perdón».
El Papa agrega: «El perdón de Dios no se puede negar a todo el que se haya arrepentido, sobre todo cuando con corazón sincero se acerca al Sacramento de la Confesión para obtener la reconciliación con el Padre». Thomas Rosica, asistente del Centro de Prensa del Vaticano, ha comentado que «muchos obispos han concedido permisos para que los sacerdotes perdonen el pecado».
“Dios es quien perdona, no la iglesia”
El pastor y teólogo cristiano, Leonardo de Chirico, ha comentado para Evangelical Focus esta decisión del Papa de conceder el perdón especial para quienes hayan practicado un aborto. «Francisco quiere maximizar la misericordia y quiere usar la práctica medieval de indulgencias para promoverlo. Es un movimiento liberal con una herramienta medieval», explica Leonardo de Chirico, que se ha referido con amplitud a este asunto en un artículo reciente en Protestante Digital. De Chirico aclara que este anuncio papal «tiene que ver con la doctrina del Purgatorio. Se trata de reducir el tiempo de purificación después de la muerte».
A pesar de la declaración conjunta de 1999 sobre la justificación entre luteranos y católicos, que mucha gente pensaba que era un paso adelante, estamos de vuelta en la prerrogativa de la Iglesia Católica de administrar la gracia de Dios a cambio de una obra religiosa (cruzar una «Puerta santa»)». «Esto significa -continúa el experto- que católicos y cristianos tenemos una doctrina fundamentalmente diferente del pecado, la gracia, la salvación y la iglesia. Según la Biblia, Dios es el que perdona el pecado y la iglesia puede dar testimonio de la confesión del pecado, pero no tiene el poder de administrar la gracia y establecer reglas para ganar el perdón».
Chirico explica que los principios de la Reforma de «Sola gracia y sola fe» significan que «Jesús ya pagó todo lo que era merecido por nuestros pecados y que tenemos que creer en Él». En cuanto a la santidad y el perdón de pecados, que el Papa liga en este documento a la consecución de indulgencias, los cristianos consideran que se trata de una doctrina errada. «Los evangélicos tenemos el mayor respeto por la vida. Pero este importantísimo valor no tiene nada que ver con la promoción de las indulgencias. En lugar de prometedores indulgencias plenarias, el Papa debería comenzar a predicar el evangelio bíblico, centrado en Cristo solamente y sólo en base a la Biblia».