Sin dudas, una de las cosas que más atraen y envuelven a los adolescentes es estar a la moda. Hay un refrán popular que dice: “La moda no incomoda”, refiriéndose a que si una persona desea estar a la moda, tendrá que atenerse a las consecuencias.
¿QUÉ ES LA MODA?
Es el “conjunto de costumbres, gustos y manera de comportarse propio de un período de tiempo” (Diccionario Larousse, 2007). Las modas varían según las sociedades, los tiempos y las circunstancias. Hubo modas de vestimenta, peinados y música que causaron furor en los años 80, por ejemplo, y que sin embargo para la generación juvenil de hoy resultarían ridículas.
Con esta pequeña introducción podemos analizar la presión que impone la moda sobre la vida de los adolescentes cristianos. Hay presiones internas y externas. Las mismas ejercen fuerza sobre las decisiones a la hora de vestir, comportarse, hablar, etc.
LA PRESIÓN INTERNA
Una de las luchas de todo cristiano es la lucha contra sí mismo, es decir, en su mundo interior: la carne contra el Espíritu. Cualquier decisión en base a una de las dos direcciones tendrá consecuencias directas e indirectas. Algunas modas que hoy se imponen tienen que ver con las vestimentas sexy, el uso de los tatuajes, el ocultis mo (como “Charly”), y otras tienen que ver con los comportamientos violentos (como el “juego de la asfixia”), etc. Las mismas llevan al adolescente a tomar una decisión a favor o en contra, y esto representa una presión interna muy fuerte.
LA PRESIÓN EXTERNA
Por un lado está la iglesia, por otro los padres, los compañeros de colegio y amigos. Una de las grandes luchas de los adolescentes tiene que ver con la aprobación de los demás, y en esta búsqueda muchos han cedido a alguna moda a fin de poder pertenecer e identificarse con un determinado grupo. Hay modas que se imponen y que van en contra de los principios del cristianismo, y aunque parezcan atractivos, sus frutos son estériles.
¿QUÉ HACER?
Todo adolescente cristiano necesita un mentor, consejero o padre espiritual a quien imitar. El apóstol Pablo, mentor de creyentes jóvenes como Timoteo y Tito, dijo: “Hermanos, sed imitadores de mí, y mirad a los que así se conducen según el ejemplo que tenéis en nosotros” (Filipenses 3:17).
LA FALSA OBLIGACIÓN DE SER “FASHION”
Los adolescentes y la presión de la moda Esos primeros modelos deben ser los padres, pero la realidad algunas veces nos muestra lo contrario; entonces los líderes juveniles deben suplir esa necesidad.
En una situación de presión e incertidumbre, el adolescente debe recurrir a la experiencia y sabiduría de su mentor. En esta etapa de la vida, el joven necesita de dirección y acompañamiento. Es un tiempo de múltiples cambios, y cada decisión debe ser evaluada desde una cosmovisión bíblica.
Estar fuera de moda, algunas veces, será el precio a pagar por mantener una fe viva en Cristo. En otras ocasiones, la moda —siempre que sea sana— será un instrumento para la evangelización. Con todo, concluimos diciendo con el apóstol Pablo: “No os conforméis a este siglo, sino transformaos por medio de la renovación de vuestro entendimiento, para que comprobéis cuál sea la buena voluntad de Dios, agradable y perfecta” (Romanos 12:2).
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Miguel Gill
Pastor, teólogo y docente
pstormiguel@gmail.com