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La idolatría

(Oscar Agüero – Apóstol).-

Idolatría: Adoración a una falsa divinidad. Amor excesivo por una persona o cosa.
Jesús dijo: «Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón y con toda tu alma, y con toda tu mente, este es el primero y grande mandamiento».
Nosotros que comprendemos las Escrituras difícilmente, caeríamos en la trampa de orar, respetar, temer y venerar (honrar) a una imagen de yeso, bronce, oro; o cualquier otro material. La Biblia habla claramente del error que significa rebajar la Divinidad a un material, ya que Él fue que creó la tierra, y lo que en ella hay: Salmos 24:1, «De Jehová es la tierra y su plenitud; el mundo, y los que en él habitan».
Sin embargo, muchas veces nos desviamos dedicando un amor idolátrico a personas o cosas y «eso se vuelve nuestro ídolo». Constantemente, motivo a las personas a amar su familia, su cónyuge e hijos. Existe como una indiferencia al transcurrir los años de casados, a olvidar el pacto, y la responsabilidad con nuestros hijos; hoy por el contrario quiero hacer énfasis, en los que «adoran» a su familia, poniendo a Dios en otra posición del… amarás al Señor tu Dios con todo el corazón y con toda tu alma.
El hecho que narraré ocurrió muchos siglos atrás; un hombre de la línea sacerdotal de Israel que tiene dos hijos varones que también pertenecían a la descendencia de sacerdotes, ellos andaban en malos pasos, hacían cosas indebidas con las ofrendas que traía el pueblo, y el padre no los corregía. Dios envía  un profeta el cual dice al padre y sacerdote Elí: 1 Samuel 2:29, «¿Por qué habéis hollado mis sacrificios y mis ofrendas, que yo mandé ofrecer en el tabernáculo; y has honrado a tus hijos más que a mí; Engordándoos de lo principal de todas las ofrendas de mi pueblo Israel?».
A Dios no le agradó que este hombre amara más a sus hijos que a Dios; cuando esto ocurre, no tendrá usted la firmeza para guiar a sus hijos a Dios, sino que «comprenderá y tolerará sus pecado». Cuando le amamos a él sobre todas las cosas, esto preservará a nuestros hijos y a nosotros mismos del mal.
He visto al transcurrir del tiempo, que padres permiten que sus hijos lleven sus novias duerman en sus hogares, tengan relaciones sexuales y no le inquietan a que no hagan eso en sus casas u otro tipo de pecados. 1 Samuel 2:12 dice: «Los hijos de Elí eran hombres impíos, y no tenían conocimiento de Jehová». Uno piensa ¿cómo es que siendo el papá un sacerdote, sus hijos no conocieran a Dios? El humanismo del tiempo actual, enseña en las aulas de clases y en los medios de comunicación, que usted no debe interferir en la manera de pensar del niño; «es la nueva tolerancia». En otras palabras usted debe tolerar a su hijo y dejar que él sea el mismo. Que con relación (por ejemplo) al sexo, tome sus propias determinaciones (aunque estén equivocados de acuerdo a lo que usted piensa o cree).
Si hay algo que molesta a Satanás es un papá o mamá, que disciplina en el camino del bien a sus hijos que ama, pero es firme en guiar a sus hijos, porque de esta manera el no podrá impedir que se cumpla la promesa que dice: Salmos 112:1-3: «Bienaventurado el hombre que teme a Jehová. Y en sus mandamientos se deleita en gran manera. Su descendencia será poderosa en la tierra; la generación de los rectos será bendita. Bienes y riquezas hay en su casa, y su justicia permanece para siempre».
En el Antiguo Testamento Dios enseñaba a su pueblo, cómo debía ser la educación para con sus hijos: Deuteronomio 6:5-9: «Y amarás a Jehová tu Dios de todo tu corazón, y de toda tu alma, y con todas tus fuerzas. Y estas palabras que yo te mando hoy, estarán sobre tu corazón;  las repetirás a tus hijos, y hablarás de ellas estando en tu casa, y andando por el camino, y al acostarte, y cuando te levantes. Y la atarás como una señal en tu mano, y estarán como frontales entre tus ojos; y las escribirás en los postes de tu casa, y en tus puertas».
Cuando escucho a alguien decir, yo adoro a mi esposo, o esposa, yo adoro a mis hijos, etc. Veo el peligro de que de pronto estemos, como el sacerdote Elí, honrando a alguien como si fuera Dios.
Adoración: el diccionario dice: Culto o reverencia a un ser u objeto que se considera divino.
Si no perdemos de perspectiva que a Dios debe amarse, sobre todo incluso a los más amados de nuestra familia, extra familiar o un objeto o carrera o empresa o negocio. Entonces esto beneficiará a nuestra familia y todo aquello que amemos.
Dios dijo de Elí: 1 Samuel 3:13, «Y le mostraré que yo juzgaré a su casa para siempre, por la iniquidad que él sabe, porque sus hijos han blasfemado a Dios, y él no los ha estorbado».
Lamentablemente sus hijos murieron jóvenes y de hecho lo mismo ocurrió con Elí, todos murieron en un solo día, y Dios levantó a Samuel, quien fue fiel profeta de Dios. Si quieres que tus hijos guarden la identidad como hijos de Dios, debes ser amar al Señor sobre todas las cosas y ser firmes en guiarlos de acuerdo a la Palabra de Dios.
apostol@oscaraguero.com

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