(Agencias – Verdad y Vida).-
Los constantes cambios en las medidas económicas de Venezuela han afectado directamente a los medios de comunicación. Si bien es cierto que la cesura ha sido aplicada a los medios audiovisuales y radiales, ahora los periódicos han comenzado a disminuir su tiraje, periodicidad y en varios casos han tenido que cesar sus funciones por completo.
Las medidas gubernamentales privan a los medios impresos de comprar materia prima necesaria para la impresión de diarios, vespertinos, semanarios, quincenarios, revistas y otras publicaciones que dependen del papel.
Sin embargo, desde el 2013, a las empresas de noticias impresas se les ha negado deliberadamente el acceso a divisas, lo cual, en un principio — recordando que el valor del dólar en comparación con el bolívar no era tan elevado — forzó a los periódicos a comprar papel, tinta, planchas y otra materia prima para la impresión a precios de dólar paralelo (mercado negro), elevando los costos de producción a niveles nunca antes vistos.
A medida de que la economía colapsaba, a los periódicos se les hizo cada vez más difícil adquirir la materia prima, y sin subsidio del Estado, se vieron forzados a cerrar, paulatinamente, uno tras otro.
Ha sido un proceso agonizante que ha significado el quiebre de la prensa escrita de Venezuela. De acuerdo con el Instituto de Prensa y Sociedad de Venezuela (IPYS), por lo menos 38 diarios dejaron de distribuir periódicos de forma física entre el 2013 y el 2018.
“De esta cifra, 18 medios han dejado de circular de manera definitiva y los otros 17 han suspendido sus operaciones por lapsos”, manifestó Marinela Balbi, directora del IPYS.
Los medios impresos más grandes e influyentes del país, como El Tiempo, periódico de oriente con raíces históricas en el estado Anzoátegui, disminuyeron su distribución diaria a una repartición semanal, al igual que Tal Cual (editado por Teodoro Petkoff). Otros periódicos regionales y locales de gran envergadura, tales como El Carabobeño y El Impacto, cerraron por completo.
Una alternativa
Muchos medios de comunicación impresos buscaron en el Internet una ventana magnifica para mantener a sus lectores informados, especialmente los diarios económicamente más poderosos, tales como El Nacional — el principal agente mediático que se opone al gobierno — y el 2001, periódico de distribución nacional en formato tabloide.
La mayoría de los venezolanos en la actualidad consume noticias directamente de redes sociales tales como Twitter y Facebook, que no han pasado por un filtro mediático con alto sentido ético —como lo fueron muchos periódicos venezolanos — lo cual provoca un fenómeno de desinformación y engaño: muchos venezolanos terminan leyendo y creyendo noticias falsas generalmente fabricadas de la nada.
Los venezolanos más informados no son los que viven dentro de Venezuela, sino los que viven en otros países y pueden absorber noticias de medios independientes, comerciales, balanceados y sobretodo, libres.
Verdad y Vida
Este quincenario no escapa de la realidad que enfrenta el país porque cada vez se hace más difícil la adquisición de la materia prima necesaria para su impresión. Cada edición es un milagro y durante 26 años Dios ha sido fiel porque cuando el Señor da la visión, también da la provisión. Oremos por todos los medios de comunicación cristianos en Venezuela, para que continúen llevando la Palabra de Dios a cada venezolano.◄