La vida es perfecta no por tu concepción de ella, sino por lo que ella es en sí misma

No busques la perfección en la vida, la vida ya es perfecta como es, con todos sus matices.
El propósito de la vida es vivirla a plenitud, sintiéndola y experimentándola en todas sus formas.
La vida es un fluir continuo más allá del tiempo y el espacio, más allá los conceptos y las ideologías de los hombres.
Sea lo que sea y pase lo que pase, siempre será la vida expresándose de infinitas formas a través de la creación en constante expansión, contigo como uno de los infinitos protagonistas.
Tú, yo y todos los seres sensibles que existen en los diversos planos o dimensiones que llamamos realidad, solo somos una partícula del todo a través de los cuales se expresa la vida.
La vida es, siempre ha sido y siempre será, pero solo se experimenta en el aquí y el ahora, en el momento presente. Es todo lo que existe.
La vida es perfecta no por tu concepción de ella, sino por lo que ella es en sí misma.
La vida es perfección expresada a través de todo lo que llamamos imperfección.
La vida logra su más excelsa manifestación cuando se expresa desde el amor, la esencia original de la que surgió todo lo que es.
La vida logra su mayor disfrute cuando se experimenta desde el amor. Todo lo demás es una degradación de la perfección.
Dios es amor y el amor es la vida manifiesta a través de todo lo creado en la expansión eterna de su esencia, la cual es sentida y experimentada en la unidad perfecta del todo.
Miguel Ángel León R.
Apóstol, psicólogo y escritor