No cumplir con lo que prometemos a Dios, es deshonrar al Señor, es como si se lo hubiéramos prometido a alguien que no tiene importancia

“Mejor es que no prometas, y no que prometas y no cumplas. No dejes que tu boca te haga pecar, ni digas delante del ángel, que fue ignorancia. ¿Por qué harás que Dios se enoje a causa de tu voz, y que destruya la obra de tus manos?” (Eclesiastés 5:5-6).
El prometer tiene un vínculo con el jurar y no es saludable hacerlo para ningún cristiano. No está prohibido prometer a Dios, lo que sí está prohibido es faltar a nuestras promesas, pues nadie que prometa y no cumpla quedará sin castigo. Cuando se está en aprietos, para salir muchas veces empezamos a hacer promesas a Dios, de buscar más de Él, de servirle, etc. Cuando salimos de la prueba, olvidamos lo prometido, pero Dios no lo olvidará, ni aceptará excusas.
No cumplir con lo que prometemos a Dios, es deshonrar al Señor, es como si se lo hubiéramos prometido a alguien que no tiene importancia. Hay muchos que están en ruina, enfermos, pasado grandes dificultades, como disciplina por promesas no cumplidas, porque Dios no puede ser burlado. Porque ciertamente es como una burla a Dios, le ofresco todo lo que salga de mi boca, el Señor nos cree y nos bendice y queda defraudado al no recibí la promesa que le hicimos.
Asegúrate que la situación que estás pasando, no sea por menospreciar a Dios, al no cumplir con lo que hemos prometido, en la dificultad, con lágrimas. ¡Dios te bendiga!
Fernando Regnault
Maestro de la Palabra
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