[quote arrow=»yes»]“Y de pronto empecé a percibir que había un propósito, el Señor tenía un propósito para mí en esa prisión: compartir el Evangelio con aquellas personas”[/quote]
(Noticia Cristiana – Verdad y Vida).-
Durante años, sirvió y ayudó a la Iglesia perseguida en diversas partes del mundo, a través de la organización ‘Voz de los Mártires’. Pero, al final de un viaje a Sudán, el misionero checo Petr Jasek fue arrestado y acusado de espionaje por las autoridades del país.
Llegó a estar en cautiverio en la misma celda con un terrorista del Estado Islámico y más tarde fue condenado a cumplir una pena de 20 años. Pero Dios tenía planes diferentes para Petr.
Experiencia cercana a la muerte
Poco después de su arresto, el misionero Jasek fue colocado en la misma celda que los terroristas del Estado Islámico. «Uno de esos miembros del Estado Islámico era un hombre de Libia, que a los 12 años formó parte de la guardia personal de Osama Bin Laden en Tora Bora y, más tarde, cuando regresó a Libia fue uno de los asesinos de los 20 cristianos coptos egipcios, degollados en la costa de Libia», explicó Petr.
«Él sacó del bolsillo un hilo de pescar, bastante fuerte y la mostraba como dejando saber que podría matar a una persona dentro de unos segundos con aquel hilo. Él me dijo que si yo fuera un americano o ruso, rompería mi cuello inmediatamente y me mataría», recordó.
Petr descubrió que sus otros compañeros de celda también eran terroristas. Cuando le pidieron compartir noticias del mundo fuera de él, él les contó sobre el ataque terrorista París, ocurrido en noviembre de 2015.
«Cuando conté que 129 personas murieron en el ataque, me interrumpieron y empezaron a gritar: ‘Allahu Akbar’ [Alá es grande] por un buen tiempo, así que inmediatamente percibí el tipo de personas que me hacían compañía y me detuve de contarles más noticias de este tipo», dijo.
El misionero contó que los terroristas se referían a él con insultos y malas palabras. «Ellos me llamaban cerdo inmundo, o ratón inmundo, y si yo no atendía a estos nuevos nombres, empezaban a golpearme en la cara, así que gradualmente empecé a vivir con el nuevo nombre, ya no era Petr, yo era sólo ‘cerdo inmundo’».
De sostenedor de la Iglesia perseguida a misionero perseguido
¿Cómo llegó Petr a ese punto? ¿Por qué este hombre dedicado a ayudar a los cristianos perseguidos ahora estaba sufriendo la propia persecución? La prisión de Petr llegó en diciembre de 2015, apenas dos años después de que el gobierno sudanés pensara en expulsar a todos los obreros cristianos extranjeros del país.
Al visitar Sudán, Petr se reunió con líderes cristianos y grabó algunos videos. Pero las autoridades locales confiscaron sus equipos y lo acusaron de espionaje contra el gobierno.
Jasek, junto a dos pastores cristianos y un activista sudanés, también cristiano, fueron acusado de al menos siete crímenes que implicaban pena de muerte, como financiar movimientos rebeldes, espionaje y conspirar contra el Estado.
Durante los primeros cuatro meses en prisión Petr oró, pidiendo a Dios que lo llevara de vuelta a su familia. Pero después su oración dio un vuelco. Él quedó extremadamente emocionado cuando logró evangelizar a algunos prisioneros nativos de Eritrea. Entonces descubrió que había un propósito para todo aquello: compartir el Evangelio.
«Y de pronto empecé a percibir que había un propósito, el Señor tenía un propósito para mí en esa prisión: compartir el Evangelio con aquellas personas», explicó Petr. «Y empecé a tener más coraje aún para abrir mi boca y compartir el Evangelio también con los musulmanes extremistas que estaban en la celda conmigo», agregó.
En enero de 2017, un tribunal sudanés condenó a Petr a 20 años de prisión. Su trabajo, ayudando a los cristianos perseguidos en Sudán fue considerado espionaje, una actividad que amenazaba al Estado.
«Yo realmente era considerado una persona muy peligrosa, ellos mencionaron que soy un empleado de una organización de espionaje llamada ‘VOM’. De hecho, [ellos creían] que ‘Voz de los Mártires’ era una organización de espionaje [no una misión]», dijo.
Sobreviviendo a la cárcel, por la gracia de Dios
Petr contó que a pesar de su larga caminata cristiana, de oración, lectura bíblica y ayuda a la Iglesia perseguida, tal experiencia en la prisión le proporcionó mayor madurez espiritual.
«Cuando pasas por esta situación te das cuenta de que todo lo que tienes en ese momento es la gracia de Dios y Él es tu fuerza. Cuando estás en la cárcel no es tu propia fuerza la que te ayudará a sobrevivir. Ser humilde y ser humano. Ser fiel hasta el último momento, este es el momento en que podemos ser más que vencedores: cuando pasamos por situaciones difíciles por nuestra fe en Jesucristo», explicó Petr.
Tras dos años en prisión, Petr Jasek agradeció a todas las personas que estuvieron orando por él y pidió, en relación a sus compañeros de cautiverio, que se piense en ellos «y en otros cristianos perseguidos, que están en peligro de destrucción».
Los planes de Dios
El Señor enseña en Su palabra, que Dios tiene planes para cada uno de sus hijos. Así lo establece en Jeremías 29:11, «porque yo sé muy bien los planes que tengo para ustedes -afirma el Señor-, planes de bienestar y no de calamidad, a fin de darles un futuro y una esperanza» (NVI). Aunque Petr tuvo que pasar por momentos de angustia y dolor, al entender que el Señor tenía un propósito con su encarcelamiento, comenzó a enfocarse en hacer lo que Dios le estaba mandando, de esa manera, un tiempo después, habiendo cumplido con ese propósito, fue liberado en buenas condiciones de salud.◄