(ICC/ VyV – WASHINGTON).-
A medida que más personas emigran de Norcorea, las historias sobre el maltrato a los cristianos se hacen más evidentes y este país ha sido catalogado como el lugar más hostil para los hijos de Cristo y su violencia está dirigida y respaldada por el gobierno.
A principios de este año, la organización Puertas Abiertas confirmó la muerte de dos cristianos norcoreanos a causa de su fe. Uno de ellos, fue asesinado de un disparo en la frontera del país, cuando retornaba de un estudio bíblico en China. El otro, se encontraba preso en un campo y fue objeto de severas torturas que lo llevaron a la muerte.
De acuerdo a esta organización, el gobierno de Kim Jong-Un hace uso del poder sin restricción alguna, y manejan los campos de concentración como si fueran prisiones, donde miles de cristianos –incluyendo niños- son encarcelados. El gerente regional para el este de Asia de la organización International Christian Concern (ICC), Ryan Morgan, declaró que «cada día, decenas de miles de cristianos pagan una fuerte condena en uno de los seis principales campos de concentración de Norcorea, y los que viven en libertad deben orar y adorar en secreto».
Causas de la persecución
Norcorea es regida bajo la ideología «Juche» –ideología política que exige la devoción religiosa-, la cual obliga a adorar a Kim Il-Sung como un dios, y a su hijo Kim-Jong-Il, como el hijo de dios. Actualmente, la adoración es redireccionada a Kim Jong.Un, como el nieto del dios. De acuerdo a los fugitivos, Juche es la única religión que se puede practicar en Norcorea. La libertad de culto está prohibida, debido a que le restaría divinidad a Kim Il-Sung.
Los cristianos son perseguidos porque su fe en Cristo establece una amenaza para Juche, la cual no da cabida a ningún dios, sino a la suprema autoridad del país. Por lo tanto, ser un cristiano en Norcorea está catalogado como espionaje político y se castiga con encarcelamiento agresivo, abusos y hasta ejecuciones públicas.
La población de este país generalmente viaja hasta China para poder estudiar, con un poco más de libertad, la Palabra de Dios, así como adorar y orar; pero al conocer más sobre las Sagradas Escrituras, buscan la manera de retornar a sus hogares y predicarles el mensaje de salvación a sus familiares. Muchas veces en estos retornos, es cuando son encarcelados o asesinados.
Dios da libertad
Los cristianos en este país, aún y con todas las restricciones y peligros que enfrentan, optan por escoger al Salvador y Redentor, lo cual los hace inmediatamente libres de este mundo y los hace ciudadanos del Reino de los cielos.
Jesús, al borde de la muerte le pidió a Dios que guardara del mal, no sólo a sus discípulos, sino a todo el que en Él creyere, pues así como Él no es de este mundo, tampoco lo son aquellos que en Él creen (Juan 17:14-20). Los hijos de Dios en Norcorea y demás países donde no pueden expresarse con libertad, están respaldados por el Padre eterno.
Se debe considerar que en muchos países del mundo la libertad de culto es sinónimo de muerte, y en aquellos países donde se puede adorar, congregar y vivir bajo los mandamientos de Dios con libertad, los cristianos optan por poner sus ojos en los hombres y no en quien los creó, murió por sus pecados y resucitó para darles vida eterna. ¿Dónde están sus ojos puestos? Analice y reflexione.