Ustedes se preguntarán ¿por qué ocuparse de Satanás en vez de Dios en lo relativo a las elecciones de este 6 de diciembre para escoger los diputados a la Asamblea Nacional? Sencillo; sabemos, gracias a la Biblia, cuál es la voluntad de Dios, pero lo que pocos saben son los artilugios del diablo para boicotear y sembrar su veneno este 6D y los días sucesivos. Por favor, siga leyendo…
Nos quedamos pasmados al ver a la mayoría de los venezolanos esperanzados en las elecciones parlamentarias de este 6 de diciembre, y en parte lo comprendemos, es la mejor posibilidad pacífica y constitucional para cambiar autoridades; Dios siempre estará a favor de las salidas pacíficas y sujetas a las leyes, no así el enemigo de la humanidad quien siempre apostará a la división, opresión, violencia y muerte; así es Satanás y su reino, así sus súbditos y seguidores.
Ni Dios ni el diablo votan, es obvio, pero el primero bendice y usa los procesos eleccionarios, mientras que el segundo los deforma hasta maldecir a toda una nación, al favorecer la trampa, esa suerte de bola de nieve montaña abajo. Estando claros en esto, vayamos al terreno del 6D.
Aclaremos, ya que «la batalla que libramos no es contra gente de carne y hueso, sino contra principados y potestades, contra los que gobiernan las tinieblas de este mundo, ¡contra huestes espirituales de maldad en las regiones celestes!» (Efesios 6:12); literalmente estamos peleando contra Satanás, sin ignorar que muchos se dejan usar por él a placer, cuando trampean, amedrentan, mienten, apoyan la violencia, se corrompen, dilapidan los recursos del Estado, abusan de su poder y pactan satánicamente a nuestra nación para mantenerse usurpando lo que de largo ya Dios y el pueblo les demandan que devuelvan… Y en el caso que nos ocupa hoy: usan un árbitro parcializado que hará todo lo posible para que los vencedores no lo sean.
Hace poco más de cuatro años, Dios habló a través de sus profetas anunciando su hastío y repulsión por toda la satrapía y políticas turbias que secuestraron la libertad de Venezuela y hasta han perseguido a la Iglesia de Cristo, y sentenció el fin de esta manera de hacer gobierno, anunciando su juicio, que comenzó hace más de tres años atrás y que nadie detendrá hasta que se dé a luz la nueva Venezuela.
Eso sabemos de Dios. Sin embargo, «para que Satanás no gane ventaja alguna sobre nosotros; pues no ignoramos sus maquinaciones» (2ª Corintios 2:11), es necesario que como pueblo abramos los ojos. Lo que Dios advirtió contra las perversiones que se hacían en lo oculto contra el país vino acompañado de dos frases: «Yo los confundiré al extremo que terminarán destruyéndose uno al otro»; y «sacaré todo a la luz, aquello que hacen en las tinieblas será descubierto», y es lo que ha venido sucediendo al pie de la letra en nuestro país. Dios es fiel.
Ahora vemos a unos líderes gubernamentales ante el escenario del 6D amenazando con advertencias tales como: «En el escenario hipotético negado, negado y transmutado, de que la oposición ganara las elecciones el 6D, Venezuela entraría en una de las más turbias y conmovedoras etapas de su vida política y nosotros defenderíamos la revolución, no entregaríamos la revolución y la revolución pasaría a una nueva etapa». Sí, ya Dios lo dijo hace años, vendrá el más dramático enfrentamiento entre venezolanos que dejará teñida de sangre nuestra nación; y sépanlo bien claro, es Satanás quien planifica destruir nuestra patria, lástima que consigue a los «caínes» más idóneos para hacerlo. Pero cuando Dios dice «¡cambio!», nadie puede impedir que venga el cambio.
Después del 6D Venezuela se encenderá por sus cuatro puntos cardinales, Satanás ha planificado ya su plan de destrucción, pero Dios habló y dijo «¡basta!»… de santería, de pactos satánicos, de corrupción, de injusticia, de secuestro institucional, de toda impiedad. Viene el tiempo de la justicia, la rendición de cuentas y la restitución; gústeles o no, el diablo fue vencido por Cristo en la cruz hace más de 2000 años, Venezuela le pertenece a Jesucristo y Él la está reclamando para glorificar su nombre en y entre nosotros.
¡Venezuela, oye la voz de tu Dios y no temas!: «Que nadie los engañe con palabras vanas, porque por estas cosas viene la ira de Dios sobre aquellos que no lo obedecen. Por tanto, no se junten con esa clase de gente… y comprueben lo que es agradable al Señor. No tengan nada que ver con las obras infructuosas de las tinieblas; al contrario, denúncienlas. ¡Hasta vergüenza da hablar de lo que ellos hacen en secreto! Pero cuando todas las cosas son expuestas a la luz, quedan de manifiesto; porque la luz lo manifiesta todo… Por tanto, ¡cuidado con su manera de vivir! No vivan ya como necios, sino como sabios. Aprovechen bien el tiempo, porque los días son malos. No sean, pues, insensatos; procuren entender cuál es la voluntad del Señor» (Efesios 5:6-17).
El 6D será el inicio público de los mejores días de Venezuela, porque ya en el mundo espiritual el Señor lo ha decretado desde su trono. Salga, vote y no caiga en provocaciones… todo está en las manos de Dios. Pongamos nuestra esperanza en Cristo, el 6D vendrá y pasará, pero Él es eterno.
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@GeorgesDoumat