
De este pensamiento se desprenden varias conclusiones posibles:
¿Cómo explicar hoy el estado tan deplorable de un país llamado Venezuela?
1. Su gente no fue buena en el pasado____
2. Su gente dejó de ser buena en algún momento____
3. Su gente aún no es buena en el presente____
Sé que la respuesta a la pregunta anterior no es sencilla, este es un terreno pantanoso y muy peligroso para dar una respuesta, sobre todo; porque a nadie le gusta asumir su responsabilidad cuando las cosas salen mal, a la mayoría le es más sencillo echarles la culpa a otros de todo lo que le sale mal en su vida, lo cual solo refleja la inmadurez y la irresponsabilidad de esa persona.
Trataré de responder desde mi experiencia de vida en este sitio llamado Venezuela, en el cuál por gracia divina Dios me permitió nacer y crecer, hoy tengo 59 años y he sido testigo de lo que Venezuela era después de salir del dictador Marcos Pérez Jiménez, también fui testigo de lo que le pasó a Venezuela después que inocentemente se rindió a los pies del que muchos llamaban «el innombrable».
He sido testigo de cómo una banda de resentidos sociales buscando venganza personal, arribaron al poder con la etiqueta de socialistas, para destruir todo lo que un día se llamó democracia, vi cómo se convirtieron en una banda narco criminal trasnacional que saqueó, arruinó y destruyó todo en este sitio llamado Venezuela.
Lamentablemente también he sido testigo de cómo quiénes debían haberlo impedido no lo hicieron y, peor aún, he sido testigo de cómo esos que debieron impedirlo se hicieron cómplices de aquéllos que saquearon a Venezuela por amor al dinero, dándole así la espalda a un pueblo ingenuo que le confió su destino a la gente equivocada.
Cuando llamo ingenuo al pueblo, no lo estoy librando de su responsabilidad en todo lo que ha pasado en este sitio llamado Venezuela, esto fue hecho por gente a través de gente, no importa quién estaba detrás moviendo los hilos, «el que se presta para ser títere es tan responsable como el titiritero».
Obviamente el problema de Venezuela no tiene nada que ver con el sitio, sino con la gente que vive en este sitio, quienes son los verdaderos responsables de vivir y administrar bien todas las bondades y las riquezas de este sitio, que es único en el mundo, de hecho, no existe un lugar tan rico y bendecido por Dios en el mundo cómo Venezuela.
“UN SITIO ES TAN BUENO COMO SU GENTE”
Si este sitio hoy no ofrece calidad de vida a nadie y se encuentra en esta condición tan deplorable, no es por causa del sitio sino de su gente, la solución real depende enteramente de su propia gente y de nadie más.
Nosotros solitos nos metimos en esta espantosa pesadilla, estoy claro que necesitamos ayuda externa para salir de esta crisis tan compleja en que nos encontramos hoy, pero si no hay un cambio genuino en su gente no importa quien esté mañana en Miraflores, si es de derecha o izquierda, más temprano que tarde volveremos a encontrarnos como si fuera un dejà vu en medio de una crisis tan compleja como la actual.
Todo es por causa y efecto, los políticos son un reflejo de su gente, verlos a ellos es como ver en micro lo que hace la mayoría en su vida cotidiana, lo que necesita este sitio llamado Venezuela para mostrar sus bondades al resto del mundo no es otra ideología política ni un nuevo presidente.
Lo que necesita este sitio llamado Venezuela es un nuevo ciudadano, un mejor ser humano, que priorice los valores y principios al lucro, los intereses y las conveniencias, un ciudadano moral que tenga una ética innegociable a toda prueba, que ponga a la familia en primer lugar y que abandone de forma definitiva la peor maldición de este sitio extraordinario llamado Venezuela; obviamente, me estoy refiriendo a la mal llamada «VIVEZA CRIOLLA».
En otras palabras; lo qué necesita Venezuela es que su gente sea buena, con esto no quiero decir que no haya gente buena en nuestro país, porque si la hay, pero lamentablemente la mayoría perdió el rumbo en algún momento y eventualmente se convirtió en una víctima de la enorme descomposición social que socavó el fundamento de nuestra sociedad.
Las iglesias no lo vieron venir, no lo pudieron detener y mucho menos fueron capaces de revertirlo; de hecho, los intereses políticos de algunos los llevó a ser cómplices de esta catástrofe, mientras que otros prefirieron mantenerse al margen del conflicto, solamente orando, esperando que Dios haga algo que le corresponde hacer a los ciudadanos responsables del sitio que Dios les dio para vivir.
En fin, la crisis ha sido etiquetada de muchas formas: crisis política, social, económica, humanitaria y pare de contar, pero en realidad la crisis del venezolano es espiritual, esto dio lugar a una crisis moral generalizada, todo lo demás es un efecto directo de esta causa.
Bien lo dijo el Libertador Simón Bolívar: «Moral y Luces son nuestras primeras necesidades», justo en ese orden, primero la moral y después las luces, de nada sirve tener muchas luces o conocimientos si se carece de lo primordial, la moral.
Una persona moral que aplica la ética a todo lo que hace en su vida es esencialmente BUENA.
Si la gente es buena el sitio será igual de bueno para todos, porque un sitio es tan bueno como su gente.
¿QUÉ HAY QUE HACER?
Volvamos a ser buenos, sigamos siendo buenos, más allá de toda la ignominia a la que hemos sido sometidos, quién hizo lo malo se metió en problemas solito, sembró una mala semilla y sin duda tendrá una mala cosecha de todo lo que hizo, no tenemos tú y yo que ensuciarnos las manos y menos vivir llenos de odio y deseos de venganza, así no podremos construir una nueva y mejor Venezuela jamás, porque nuestra materia prima será igual de mala que la de aquellos que la destruyeron.
Un hijo le dijo a su papá: «si matamos a todos los malos solo quedaremos los buenos». El papá le respondió: «no hijo, solo quedaremos los asesinos, la violencia nunca es la solución».
Nos toca aprender la lección del porqué nos sucedió todo esto, las crisis traen tres cosas a nuestra vida: un problema, un aprendizaje y una fecha de caducidad; cuando aprendemos la lección activamos la fecha de caducidad. ¿Sabes por qué aún no hemos salido de este marasmo?, es una clara evidencia de que aún no hemos aprendido la lección, hemos reprobado el examen una y otra vez, espero que ahora lo pasemos por el bien de todos.
La pregunta correcta no es: ¿Cuándo salimos de NM? La pregunta correcta es: ¿Ya aprendimos la lección? Yo haría otra más: ¿Qué tan bueno somos hoy los venezolanos?
Esto solo tendrá a un final feliz cuándo tú y yo lo decidamos, más allá de que mañana ocurra o no la tan anhelada intervención militar, el destino de Venezuela está en las manos de su gente buena, ¿eres uno de ellos?
«Un sitio es tan bueno como su gente».
Solo Dios hace bueno al ser humano, lo que intento decirte es que solo con la ayuda de Dios veremos el nacimiento de una nueva y mejor Venezuela para todos.
Miguel Ángel León R.
Apóstol y sicólogo