Quiero regalarles este escrito a TODOS los venezolanos en Venezuela y en el mundo.
Te cuento que el autor material de la pandemia está esperando que anuncien tu muerte, pues ese es su propósito. Escuchar de miles y miles que mueren a diario, eso le da satisfacción, pues está logrando su propósito.
Te explico algo: ¿qué sería del creador de un virus para el computador, sino daña muchas computadoras…? ¿Sería un perfecto fracaso, verdad…?
Es la primera vez que voy a hacer esto y que Dios me perdone si no es lo correcto.
Te invito a llevarle la contraria, pero en casa.
Él espera que te desesperes, que te desanimes, que te entristezcas, que te aburras, que te estreses, que salgas de casa para que te contagies y, peor aún, que te infles tanto hasta reventar.
Ahora bien, si el propósito de Satanás es matarte y acabar con tu vida, recuerda hasta dónde Dios le permitió atormentar a Job…
Está demostrado que los venezolanos somos del tamaño del problema que se nos presente, hemos sobrevivido a 20 años de crisis, producto de las maldiciones y de nuestra desobediencia. Hemos sido el motivo de refrán y de burla del mundo entero. Nuestros gobernantes viven de boca en boca, pero a nosotros nos protege Dios. Estamos claros que no ha sido fácil, pero aquí estamos y seguiremos.
Nuestros tatarabuelos sobrevivieron a la 1ra y 2da guerra mundial y nosotros sobreviviremos a esta 3ra y contaremos a nuestros nietos y bisnietos esta historia, pero repito, debes llevarle la contraria.
Haz de tu casa un templo
A los templos se les cierran las puertas, una vez que todos están adentro, esto evita interrupciones, ruidos y visitas indeseables. En muchos colocan un aviso que dice «No molestar», mientras adentro la gente se deleita escuchando un mensaje o buena música.
Haz de tu casa un gimnasio
Ejercítate y has que los niños o los ancianos te apoyen y te den ánimo y si lo desean permíteles hacer ejercicio contigo.
Importante, cuando vas al gimnasio te pones tu mejor legis, tus mejores tenis y la mejor franela, deja que tu familia o tu espejo disfrute también esa gala. Al terminar acuéstate en el piso, si quieres, pero disfruta del relax que te produce hacer ejercicios en el gim. Si vas a colocar algo de música, hazlo respetando el espacio de tu vecino que tal vez este en otra onda.
Haz de tu casa un salón de lectura
Busca libros escondidos en la biblioteca o en los cajones y disfruta una buena lectura, quita el polvo de la Biblia y proponte leer un libro cada semana y encontrarás secretos muy ocultos que tú no conoces.
Lee la historia de Venezuela y busca las 14 cartas de Cristóbal Colón.
Disfruta de las aves que últimamente están disfrutando de tu silencio.
Haz de tu casa una sala de pintura
Mírate al espejo y trata de pintar con colores o en blanco y negro a la persona que está frente a ti. Toma hojas de reciclaje, esas que ya deberían estar en la basura y pinta un árbol, un poste, una casa, el rostro de los abuelos, tal vez el cielo; pinta, pinta, pinta.
Haz de tu casa una escuela de cocina
Inventa nuevas recetas, aprende a preparar lo que tanto te gusta y si eres experto en la cocina, proponte enseñar a otros a través de las redes. Miles de personas diariamente buscan consejos de cocina en las redes. A los niños les gusta que sus videos en la cocina sean vistos por mucha gente.
Recuerda siempre vestirte y vestirlos acorde con la responsabilidad y los valores que aprendiste.
Haz de tu casa un salón de belleza
Arregla tu mism@ tu cabello, hidrátalo, ponte mascarillas, dale masajes a tus pies, a los pies de los niños, de los abuelos. Ayuda a tu circulación poniendo un rato tus pies en agua tibia y fría. Ponte tu mejor traje y toma fotos, envíalas a la familia. Usa bien tus redes. En lugar de ponerte triste ponte productivo. Todavía hay ropa en el closet y en las gavetas que ya no usas y otros podrían necesitarla. Limpia, organiza, saca escombros. Juega con tu mascota, dale masajes y báñala.
Tu casa te ha necesitado durante mucho tiempo, dale calor.
Deja de quejarte de que no hay agua, ni hay luz, ni hay alimentos; estás vivo y mientras estés vivo, hay esperanza.
Podría decirte tantas cosas que pudieras hacer.
Recuerda, cuando todo «era normal», cuánto te molestaba el ruido de los carros, las cornetas, los malos olores, el humo, vivíamos enfermos de nada, alergias, gripe, a muchos les molestaba trabajar y levantarse temprano, era molesto cocinar, lavar, limpiar… TODO MOLESTABA, ahora estás en casa y alguien quiere verte morir, ¿se lo vas a permitir…?
Cuando escuché la frase: «Como si no hubiese un mañana», me di cuenta que estaba haciendo exactamente lo que el creador del virus quería que hiciera. Así que me dispuse a llevarle la contraria.
Si vienes caminando desde Perú hasta Venezuela, guerrer@ serás historia, aquí te esperamos con los brazos abiertos.
Si estás en Venezuela y no puedes salir de casa, guerrer@, serás historia y formarás parte de los valientes que al igual que nuestros ancestros sobrevivieron a la 1ra y 2da Guerra Mundial.
«NO TE RINDAS», es tiempo de avanzar, no de desmayar.
Porque hay un mañana es que te escribo estas líneas.
Soy Aris Segovia
Una sobreviviente en el mundo.
Dios te bendiga más.
Salmo 91:5-10.-