Se inicia un año y con él los buenos deseos, los análisis de economistas, politólogos, sociólogos; los vaticinios de brujos modernos, órdenes espiritistas, entre otros. Pero existe un pueblo para quien la culminación de un año y el inicio del otro no es más que el arrancarle una hoja al calendario, puesto que sus vaticinios y profecías están fundamentadas en Aquel que es inmutable y vive por siempre: nuestro Dios, Padre del Señor Jesucristo.
Si echamos una miradita al estado social, político y económico de Venezuela, fuera de lo que dice Dios en la Biblia, terminaremos poco más que desanimados, deprimidos y frustrados como lo están millones en nuestro país. Este es un ángulo. El ángulo sin Dios. Si vemos a nuestra nación desde el otro ángulo, el divino, entenderemos que lo que vivimos es un proceso difícil que al término de éste tendremos un nuevo país; y no el que nos plantean los «especialistas» y políticos de ambos bandos. Lo que Dios dice es la verdad y sobre ella descansará la transformación (metamorfosis) de esta patria que el Altísimo escogió para grandes cosas y con un propósito único y poderoso.
El panorama pinta oscuro para este 2015, pero el Dios eterno siempre tiene un plan muy diferente y Él no depende de las variables terrenales, porque el suyo es un Reino espiritual que viene de la eternidad y será por siempre. No significa que como cristianos estemos negando la realidad de Venezuela, seríamos poco más que unos tontos si los hacemos, pero la verdad está por encima de la realidad. La verdad procede por fe y la fe en la verdad cambia la realidad, no importa qué tan dura, oscura y perdida parezca; pero de eso no hablan nuestros líderes seculares, tampoco pueden, pues nadie puede dar lo que no tiene.
El gran apóstol Pablo escribió una carta pastoral a su discípulo amado Timoteo, donde le advertía lo que hoy ven nuestros ojos: «También debes saber que en los últimos días vendrán tiempos peligrosos… Todos los que quieren vivir piadosamente en Cristo Jesús padecerán persecución; pero los hombres malvados y los engañadores irán de mal en peor: engañarán y serán engañados. Tú, por tu parte, persiste en lo que has aprendido y en lo que te persuadiste, pues sabes de quién has aprendido; tú desde la niñez has conocido las Sagradas Escrituras, las cuales te pueden hacer sabio para la salvación por la fe que es en Cristo Jesús. Toda la Escritura es inspirada por Dios, y útil para enseñar, para redargüir, para corregir, para instruir en justicia, a fin de que el hombre de Dios sea perfecto, enteramente preparado para toda buena obra» (2ª Timoteo 3:1,12-17).
Asegura Pablo que estos tiempos serían muy peligroso, no por el hecho en sí, sino porque los hombres perversos perseguirían la verdad de Dios y a aquellos que la levanten y prediquen; serían mentirosos, pero su misma farsa los envolvería; son éstos los que han sumido en estado sombrío el panorama venezolano, pero nadie podrá jamás hacerle frente ni a las Escrituras ni al pueblo de la Biblia, porque es gente llena de la sabiduría del Espíritu Santo para discernir lo que tenemos y lo que está a punto de suceder, lo que desencadenará la Venezuela bendita y llena de la gloria de Dios… para esa buena obra está Dios preparando a su pueblo.
El 2015 en Venezuela tiene dos ángulos, el de la opinión pública y el de la opinión de Dios; nos toca a nosotros escoger cuál de ellos creer y seguir. El primero es engañoso y perverso y puede generar cualquier reacción lamentable sobre la población venezolana, más de lo visto hasta ahora; el segundo ángulo, el divino, tomará la realidad y por medio de la fe hará resplandecer la verdad que terminará por establecer providencialmente la Venezuela que está en lo más profundo del corazón de Dios…
Usted decide qué ángulo recibir y a quienes creer. El de la corrupción, la mentira y el caos indetenible, o el de la justicia, el perdón, la reconciliación y la refundación de Venezuela sobre los principios bíblicos, que será finalmente lo que se impondrá desde los cielos. Mejor recíbalo hoy por fe, para que mañana cuando sea establecido el orden divino en nuestro país usted sea uno de esos sabios, «enteramente preparado para toda buena obra». Obra que hoy Venezuela clama a gritos y que mañana sus mejores hombres y mujeres con Cristo en el corazón la levantarán de las ruinas en que la han sumido hoy.
Yo creo en lo que Dios hará, oro y actúo en esa dirección y mañana me regocijaré al ver la eterna aurora que resplandecerá sobre la nueva Venezuela. No sé si sea en este 2015 o un poco después, pero de que viene, viene; Dios jamás miente…
director@verdadyvida.org
@GeorgesDoumat