Por eso preguntamos al inicio: ¿feliz? Pues qué duro y difícil es estar felices en estos momentos.
El diccionario define felicidad como «un estado de ánimo de la persona que se siente plenamente satisfecha por gozar de lo que desea o por disfrutar de algo bueno». Podemos no estar felices, pero si gozosos. De hecho, la misma definición implica estar ‘satisfechos por gozar de lo que se desea’…
Por otra parte, el Nuevo diccionario ilustrado de la Biblia (G. Nelson) define gozo como la «alegría permanente que tanto el individuo que cree en Cristo, como toda la Iglesia están llamados a experimentar. No es simplemente una emoción, sino una calidad de vida basada en la eterna y segura relación del Hijo de Dios con su Padre Celestial».
No debemos nunca confundir felicidad con gozo. El gozo es un estado espiritual que no depende de los eventos temporales, mientras que la felicidad es un estado emocional que sí depende de las circunstancias temporales. Podemos estar pasando por una severa crisis que nos haga infelices, pero espiritualmente estar gozosos por la seguridad que tenemos en Dios.
Si vamos a la verdadera fuente del gozo que trasciende de lo temporal a lo eterno y la felicidad que es terrenal, veremos que ambas están en Dios. Las Sagradas Escrituras enseñan que «el gozo del Señor es nuestra fortaleza» (Nehemías 8:10b. NVI); dando a entender que emocionalmente estemos felices o tristes, bien o en crisis, tenemos la seguridad que nos da el Señor para sobreponernos a cualquier circunstancia, porque es Su gozo nuestra roca de descanso, lo que nos fortalece para soportar y atravesar los momentos de infelicidad.
Podemos estar tristes por fuera, pero gozosos por dentro, gracias a la fortaleza y seguridad que nos da Cristo y nos infunde su Santo Espíritu. «El fruto del Espíritu es amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fe» (Gálatas 5:22. Énfasis añadido). Es el mismo Dios quien produce en nosotros el gozo. Ante una mayor y más profunda relación con el Señor mayor será nuestro gozo y mucho más la fortaleza y seguridad que recibiremos para atravesar y superar cualquier circunstancia; por ejemplo, la actual crisis de Venezuela.
La infelicidad casi siempre arrastra tras si a la desesperanza, por eso es vital mantener una buena relación con Dios, pero quien no tiene aún a Jesucristo como su Señor y Salvador debe iniciar el bendito caminar de gozo y felicidad abriéndole su corazón a Jesús. Él es la fuente del gozo que inunda nuestro ser interna y externamente, quien nos da la seguridad que aunque andemos temporalmente tristes, tengamos paz interior y la fortaleza que da el gozo del Señor.
A manera de cierre esperanzador, dejamos lo que el sufrido apóstol Pablo escribió: «¿Qué podrá separarnos del amor de Cristo? ¿Tribulación, angustia, persecución, hambre, desnudez, peligro, espada? … Sin embargo, en todo esto somos más que vencedores por medio de aquel que nos amó. Por lo cual estoy seguro de que ni la muerte, ni la vida, ni los ángeles, ni los principados, ni las potestades, ni lo presente, ni lo por venir, ni lo alto, ni lo profundo, ni ninguna otra cosa creada nos podrá separar del amor que Dios nos ha mostrado en Cristo Jesús nuestro Señor» (Romanos 8:35,37-39). ¿Es usted infeliz?, regocíjese con esta poderosa promesa bíblica…
@GeorgesDoumat
[quote]
-o-o-o- 1, 2, y 3 -o-o-o-
1 El PLAN DE DIOS PARA VENEZUELA. Nada sucede por casualidad, todo obedece a un plan divino. Hasta la grave situación venezolana con la que cerramos este 2017 está enmarcada dentro de la voluntad de Dios, quien ha permitido todo esto para establecer a Venezuela como una potencia espiritual y económica en el mundo pero tomados de su soberana mano, no de hombres ni por los políticos tradicionales. El plan de Dios es darnos una Nueva Venezuela, cuando la actual termine de morir a su rebeldía para con Él y entienda que debe poner al Señor en primer lugar… Y eso está a la vuelta de la esquina ya.2 IGLESIA DE SUECIA OPTA POR TÉRMINOS NEUTRALES PARA REFERIRSE A DIOS Según The Telegraph, la junta de 251 miembros de la iglesia (no la evangélica) votó para cambiar términos como “Señor” y “Él” e incorporar el término más neutral de género: “Dios”; aunque todavía puede usar la frase “En el nombre del Padre, Hijo y Espíritu Santo”. Esto además de ser antibíblico es absurdo, aunque Dios no es humano ni tiene género, las Escrituras y Cristo mismo nos lo presentan como Padre, jamás como madre; creemos que eso es suficiente para dejar a un lado este infructuoso debate.
3 LO DIJO Francisco de Miranda: “El tamaño de tu éxito será del tamaño de tu esfuerzo”.
Y la Biblia DICE: “Procura que nunca se aparte de tus labios este libro de la ley. Medita en él de día y de noche, para que actúes de acuerdo con todo lo que está escrito en él. Así harás que prospere tu camino, y todo te saldrá bien. Escucha lo que te mando: Esfuérzate y sé valiente. No temas ni desmayes, que yo soy el Señor tu Dios, y estaré contigo por dondequiera que vayas” (Josué 1:8-9. RVC).
[/quote]