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Guarimbas en la iglesia

Antes de desarrollar este artículo, es necesario explicar el significado -no muy fácil, por cierto- de la palabra «guarimba», para luego aplicarla al caso que nos ocupa.
Guarimba, según Germán Flores Hernández, profesor del Instituto Pedagógico de Caracas*, etimológicamente «es una especie de híbrido ya que el lexema o raíz guari– viene del alto alemán Warjgan (germano para Corominas) con el significado de refugiarse o guarecerse». Generalmente a la guarimba o refugio se acude una vez colocadas las barricadas en los principales accesos viales cuando llegan los cuerpos de seguridad, y no a la barricada en sí como lo usa la generalidad.
Aclarado el término muchos se preguntarán, ¿qué tiene que ver una guarimba con la iglesia? Mucho cuando nos referimos a la iglesia/congregación, con ‘i’ minúscula y no a la Iglesia de Jesucristo, con ‘I’ mayúscula. Así como la guarimba sirve para refugiarse en actividades extremas donde pueden ser arrestados quienes cierran una calle o avenida con barricadas en protesta contra el gobierno o autoridades, igual hacen muchos feligreses o congregantes de las iglesias en la actualidad.
La guarimba sirve para refugiarse físicamente; mientras que la guarimba en la iglesia varía de física a mental o espiritual. Muchos de los que asisten a las iglesias en esta sociedad postmoderna lo hacen desde sus propios intereses y para ser satisfechos en su ego; si algo no funciona en la iglesia con sus líderes y pastores sencillamente levantan una barricada y acuden a su guarimba personal.
Es así como tenemos en la iglesia varios tipos de guarimberos:
• Los hay quienes faltos de fe, levantan barricadas en su mente y en la de personas a su alrededor; por no creer o dudar de las promesas de Dios ante su adversidad particular, corren a refugiarse en su guarimba luego de cerrarse y cerrarles a otros la vía de la fe para salir airosos ante las pruebas o tentaciones.
• Otros son los conformes, quienes colocan barricadas a su superación personal y su estado de comodidad no les permite superarse y avanzar en el seguro y victorioso camino del Señor. Cuando alguien intenta moverles de su comodidad corren a su guarimba mental y física, impidiendo la acción del Espíritu Santo en su vida quien nos reta cada día a seguir adelante.
• Otra especie son los desmotivadores, cristianos a quienes los años se le han pasado en la iglesia producto de guarimbas de larga data y con esta actitud desmotivan, paralizan y enfrían el ánimo y la fe de nuevos creyentes y otros feligreses, llevándoles a la propia guarimba en la que se han refugiado debido a sus interminables excusas.
• Los simples congregantes, son aquellos que se han conformado a «cumplir» con asistir a la iglesia sin adquirir ningún compromiso ni con Dios ni con los hombres, cualquier exigencia los hace huir a su guarimba hasta que «pase el peligro» del reto divino.
• Otros son los asesinos del liderazgo, un tipo de asistentes a la iglesia para quienes sus pastores y líderes son lo primero que le pase por la mente o escuche de gente maledicente; son guarimberos «tan perfectos» que pueden «tirar la primera piedra» contra el liderazgo, y cuando las cosas se tornan difíciles dejan la barricada de la calumnia y el chisme para esconderse en su guarimba, y hasta son capaces de irse a otra iglesia con su guarimba a cuestas.
• Hay un tipo que destaca, los ministros negligentes, aquellos que olvidan para qué fueron llamados y con sus actitudes ponen barricadas en el Camino del Señor que impiden el avance de quienes les siguen, los cuales resienten el fariseísmo con que son dirigidos; «enseñan las Escrituras y nos las viven», una vez confrontados con la Biblia estos ministros guarimberos se refugian en la guarimba de sus mentes reprobadas. «A éstos evita», le aconsejo el apóstol Pablo a Tito.
• Cerramos -por motivo de espacio, porque todavía hay muchos- con los pastores «light», quienes con sus barricadas doctrinales y liviandad para corregir al pecador hacen mucho daño; la guarimba predilecta donde se refugian es en la frase «somos salvos y siempre salvos» aunque viven practicando el pecado; «Dios conoce mi corazón» aunque con sus hechos pisotean la sangre de Cristo. Estos guarimberos están llevando a miles en la iglesia al mismo infierno.
Si usted se identifica con algunos de estos guarimberos, no es casualidad, en el amor de Cristo le aconsejamos que se arrepienta, tome su cruz cada día y siga en pos del Señor mientras hay tiempo. El auto engaño en la iglesia es eternamente mortal, cuide su alma…

(*) http://geflorache2010.blogspot.com/2011/03/la-lexia-guarimba-origen-y.html

director@verdadyvida.org

@georgesdoumat

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