Aunque la fecha oficial del comienzo de la Reforma protestante es el 31 octubre de 1517, cuando un monje agustino clavó noventa y cinco tesis en la puerta de una iglesia en Wittenberg, la reforma había realmente comenzado mucho antes. Juan Wiclef, por ejemplo, (1320-1384) fue un pastor y teólogo inglés que de manera valerosa condenó la teología deficiente y las prácticas corruptas de la iglesia romana. Sus puntos de vista afectaron profundamente a Juan Hus (1369-1415), un predicador en la ciudad de Praga.Wiclef fue condenado como hereje después de su muerte por el Consejo de Constanza en 1415. El mismo concilio condenó a Hus a ser quemado en la hoguera. Sus puntos de vista, sin embargo, no murieron, y fueron retomados cien años más tarde por hombres como Martín Lutero.Lutero nació en 1483 en Alemania, y era hijo de un exitoso hombre de negocios. Cumpliendo con los deseos de su padre fue a la Universidad de Erfurt para estudiar derecho. Sin embargo, un día después de sobrevivir a una terrible tormenta eléctrica camino a su casa, Lutero decidió dejar sus estudios universitarios y tomar los votos de monje agustino.En el monasterio, Lutero se sintió abrumado tanto por su propia pecaminosidad, como por la noción prevaleciente de un Dios lleno de ira; la perfecta tormenta que provocó que Lutero temiera a Dios y terminara odiándolo. Romanos 1:17 le quitaba el sueño:
“En el evangelio se revela la justicia que proviene de Dios”. Como lo había aprendido, esta justicia divina significaba que Dios estaba presto a castigar al pecador. Escribió: “Yo no podía creer que Él se aplacara por mi satisfacción [mis actos de penitencia]. Yo no lo amaba ciertamente. Odiaba al Dios justo que castigaba a los pecadores […]. Estaba enojado con Dios” (“Prólogo de la Edición completa de los escritos en latín de Lutero”).Lutero fue finalmente enviado de regreso a la Universidad de Erfurt, pero esta vez para estudiar filosofía y teología. También fue enviado a Roma. Descubrió que no era un lugar de plenitud espiritual como él había esperado, sino más bien lleno de inmoralidad y de indiferencia. En 1512 Lutero terminó su doctorado en teología en la Universidad de Wittenberg y se unió a su facultad.Durante la preparación de una charla sobre la Epístola de Pablo a los Romanos, Lutero tuvo su “Experiencia de la torre” (hacia 1519). La describió de la siguiente manera:«Al fin, por la misericordia de Dios, meditando día y noche [en Romanos 1:17], le presté atención al contexto de aquellas palabras:
“En el evangelio se revela la justicia que proviene de Dios, […] tal como está escrito: ‘El justo vivirá por la fe’”. Allí sentí que nací completamente de nuevo y que había entrado al Paraíso mismo atravesando sus puertas abiertas. En ese momento un nuevo rostro de las Escrituras se reveló delante de mí».El descubrimiento de Lutero fue la constatación de que no tenía por qué temer que Dios lo castigaría por su propia injusticia, sino más bien que debía confiar en que Dios le proveería su propia justicia.Fue la publicación e impresión de las noventa y cinco tesis de Lutero en 1517 lo que lo impulsó a la palestra pública, y la ocasión fue la venta de indulgencias en las inmediaciones. Estas eran vendidas no sólo para acortar el tiempo personal en el purgatorio, sino también el de algún ser amado. El lema era: “Tan pronto como la moneda en el cofre cae otra alma del purgatorio sale”. Las noventa y cinco tesis de Lutero fueron su protesta contra esta práctica particular, así como muchas otras prácticas y doctrinas de la iglesia. Casi inmediatamente Lutero se convirtió en un héroe para sus compatriotas alemanes, así como en un hereje para la cúpula de la iglesia. Finalmente, el papa excomulgó a Lutero en el año 1520, pero Lutero quemó públicamente la orden papal en Wittenberg para el deleite de aquellos que lo observaron. Al año siguiente Lutero se presentó ante el emperador Carlos V en la infame Dieta (corte) de Worms (Alemania). Cuando se le preguntó si iba a renunciar a sus puntos de vista, la conocida respuesta de Lutero fue: “Mi conciencia está cautiva por la Palabra de Dios. No puedo ni quiero retractarme de nada, porque no es ni seguro ni honrado actuar en contra de la propia conciencia. Aquí estoy, y no puedo hacer otra cosa. Que Dios me ayude. Amén”. El emperador condenó a Lutero como hereje.Durante un año Lutero fue protegido en un castillo donde pasó su tiempo traduciendo la Biblia al alemán. La protesta contra la iglesia continuó durante este tiempo, y el resultado fue una nueva iglesia, la Iglesia Luterana, algo que el mismo Lutero nunca tuvo la intención de crear ni deseó. Sin embargo, después de su año en la clandestinidad, Lutero surgió para dar el liderazgo a las nuevas iglesias luteranas.Lutero se casó con una exmonja de nombre Catalina y tuvo seis hijos. Continuó predicando, enseñando, escribiendo y dirigiendo el movimiento de Reforma. Finalmente, el estrés le pasó factura, y en 1546 murió de un ataque al corazón mientras pasaba por la misma ciudad en la que había nacido sesenta y dos años antes.Martín Lutero no fue un teólogo sistemático. Él más bien escribió (muchísimo) principalmente para tratar un problema específico que era fundamental en ese momento. Su obra escrita incluye sermones, comentarios, tratados, folletos, y libros. Dado que Lutero inició la Reforma Protestante, podemos resumir sus dictámenes en términos de “protestas” contra la teología escolástica católica imperante en la época.
Tomado de su libro “Los 40 cristianos más influyentes”. Casa Creación.
Usado con permiso.
Daryl Aaron
Escritor