
Hay ocasiones en las cuales para lograr una meta hay que ponerle un extra de esfuerzo porque el camino se torna difícil y las dificultades aumentan. Sin embargo, cuando hay empeño, decisión, coraje y buen ánimo, no hay obstáculo que valga. Nunca faltará alguien que se juegue el todo por el todo para lograr el objetivo. Sin embargo, hay ocasiones en las cuales, cuando la meta está a punto de ser cruzada y el éxito parece estar al alcance de la mano, un “pequeño” error o descuido echa todo por tierra. Es en esos casos en los cuales aplica una máxima popular que reza “tanto nadar para morir en la orilla”.
La Biblia dice que “así como una mosca muerta apesta todo un frasco de perfume, una pizca de necedad arruina gran sabiduría y honor”. Aparte de los grandes esfuerzos que toda persona debe hacer para lograr una meta, es imprescindible guardar la prudencia y atender los pequeños detalles. Esto aplica en el ámbito empresarial, laboral, estudiantil, financiero, profesional y el más importante de todos, LA FAMILIA. ¡Mosca con los detalles!
Dios te bendiga.
Teófilo Segovia Salazar
Pastor y comunicador