Verdad y Vida EL QUINCENARIO CRISTIANO DE VENEZUELA
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Es asombrosamente bárbaro el desconocimiento que tienen la inmensa mayoría de los periodistas y medios seculares acerca de la realidad cristiana. La llaman «religión», «secta», entre otros; califican de «pastores» a cualquier líder cristiano influyente, como es el reciente caso de Fabricio Alvarado, candidato a la Presidencia de Costa Rica, cuando él es adorador y periodista. Pero la mayor muestra de ignorancia de la cosmovisión cristiana la muestran al calificar a los creyentes en Cristo como «conservadores», o peor: «ultraconservadores».
Sin ánimos de ofender a periodistas, medios y demás líderes seculares, hoy trataremos de aclarar un poco quiénes somos los cristianos bíblicos (mal apellidados ‘protestantes’ o ‘evangélicos’, cuando a la luz de las Sagradas Escrituras solo existen los cristianos -seguidores de Jesucristo- y los no cristianos -entre quienes están los seudocristianos o cristianos nominales).
El tema electoral en América Latina y la participación de candidatos de confesión cristiana no es un tema de la iglesia como tal, como lo han hecho ver los medios seculares de manera despectiva, son creyentes con legítimos derechos constitucionales de aspirar como cualquier ciudadano de una nación a los cargos de elección popular; es obvio que los cristianos prefieran votar por sus hermanos en la fe, ya que comulgan con los mismos principios bíblicos en este mundo que tiende cada día más a la depravación, pero de ahí a decir que es «la iglesia», hay un trecho muy grande.
Otras aseveraciones poco profesionales y denigrantes, es aseverar que los candidatos de fe cristiana «imponen en su agenda valores ultraconservadores, haciendo retroceder las libertades», como escribiera un medio mexicano. Ni los cristianos ni Dios imponen agenda alguna, recomiendan sí gobernar y ser gobernados bajo principios que el Creador estableció, los cuales no están bajo discusión como lo han hecho creer aquellos que sí imponen de manera intransigente la agenda de igualdad de género, son estos grupos los que han introducido el tema inmoral, contra natura y familia en las agendas políticas de las naciones, no los cristianos.
Ahora a los principios divinos fundamentales de la moral y la familia le han dado por llamar «valores ultraconservadores», los mismos que vienen viviendo una vida «ultradepravada y ultrainmoral»; esos grupos con sus aliados políticos en las naciones son los que más bien pretenden «retroceder las libertades» e irrespetar la manera moral de vivir de la inmensa mayoría imponiendo una suerte de suicidio colectivo. Los suicidios son personales, pero estos suicidas morales pretenden ahora imponer su agenda y restringir la sana libertad que Dios nos ha dado, tratando de hacer ver que el Señor se equivocó al crearnos y quienes defendemos la familia ahora somos «conservadores y opresores».
¿A qué le temen? Será a lo que Dios ha declarado en Su Palabra, que vienen días de avivamiento y crecimiento sin precedentes del cuerpo de Cristo en América Latina y que más temprano que tarde los cristianos genuinos serán la inmensa mayoría, y como efecto natural tendremos mayorías parlamentarias y gobernantes en todos los niveles de fe cristiana y las agendas perversas y corruptas tendrán que mudarse ante la verdadera libertad espiritual, social, económica y política de nuestro continente, y eso ninguna agenda adversa al Reino de Dios lo podrá detener.
Ya hemos tenido suficiente, basta ya con más de 500 años de una religión seudocristiana para ver en qué han convertido a Latinoamérica. Llegó el ¡Basta ya!, de Dios, quiéranlo o no el Señor hará su santa y buena voluntad, en menos de una generación veremos nuestro continente vuelto al Señor y siendo restaurado totalmente.
Es falso lo que los medios vendidos a la causa inmoral, atea y antibíblica dicen acerca de que los líderes cristianos quieren «imponer en la agenda valores retrógrados a riesgo de hacer retroceder libertades». Es la Biblia, la eterna Palabra de Dios, la que prima en el mundo, lo acepten o no; los cristianos más allá de ser ultraconservadores, son fieles a Dios y a los principios eternos de vida, paz y prosperidad; más allá de ser un fenómeno electoral, es la soberana voluntad del Rey de reyes y Señor de señores.
¡Pronto Jesucristo será el Señor de América Latina de manera plena!
@GeorgesDoumat
-o-o-o- 1, 2, y 3 -o-o-o-
1 LA BIBLIA, EL LIBRO MÁS VENDIDO DEL MUNDO. La Biblia sigue siendo el libro más vendido en toda la historia, aunque no dan cifras de la cantidad de ejemplares colocados, está muy por encima del que le sigue en la lista, El Quijote de La Mancha del español Miguel de Cervantes Saavedra, con más 500 millones de copias. Justamente este libro de literatura tiene contenido bíblico, debido a la gran influencia que tenía la Biblia en la vida de Cervantes. Aunque la ataquen, degraden y desobedezcan, la Biblia es la terna Palabra de Dios y por ella será juzgada la humanidad.
2 CICPC TRAS LA PISTA DE BANDA QUE VENDE LOS HUESOS PARA RITUALES DE PALERÍA Cicpc tras la pista de banda que vende los huesos para rituales de palería. La policía científica investiga una banda criminal que se dedica a enterrar a sus víctimas y luego exhumar sus restos con el fin de comercializar los huesos para rituales de palería. Los antisociales asesinaban a sus víctimas y luego vendían parte de sus osamentas para rituales esotéricos. Aplaudimos la labor del CICPC, pero es tan culpable el que asesina y vende partes de sus víctimas como quien las compra para prácticas que van contra las leyes y el artículo 59 de la Constitución; estos segundos también deberían ser arrestados.
3 LO DIJO Paulo Coelho: “Dios convierte las crisis en oportunidades, las pruebas en enseñanzas y los problemas en bendiciones”.
Y la Biblia DICE: “A ustedes no les ha sobrevenido ninguna tentación que no sea humana; pero Dios es fiel y no permitirá que ustedes sean sometidos a una prueba más allá de lo que puedan resistir, sino que junto con la prueba les dará la salida, para que puedan sobrellevarla… Ahora bien, sabemos que Dios dispone todas las cosas para el bien de los que lo aman, es decir, de los que él ha llamado de acuerdo a su propósito” (1ª Corintios 10:13; Romanos 8:28. RVC).
