
Nada puede destruir el hierro, pero su propio óxido sí.
De la misma forma nadie puede destruirte, pero tus pensamientos sí.
Recuerda: “Tú no eres lo que piensas, eres el pensador”.
Elige con cuidado qué pensamiento usarás, porque ellos son los arquitectos de la realidad que experimentas a diario.
La mente es una herramienta extraordinaria, aprende a usarla en vez de ser un esclavo de ella.
Miguel Ángel León R.
Apóstol, psicólogo y escritor