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La Reforma… que sigue reformando, y protestando

[quote]“Siendo propiedad del Señor Jesucristo a gran precio adquirida, no debemos ser esclavos de Satanás ni de hombre, sino señores verdaderamente libres que no sirven al pecado sino al Señor Jesús”. -Martín Lutero[/quote]

500 años después que los reformadores, con Martín Lutero a la cabeza, recibieran e impartieran el vino nuevo entre los cristianos confundidos y atrapados por las ligaduras de una religión que nació torcida y que se fue corrompiendo a lo largo de los siglos, los postulados que erigió el inicio del más grande avivamiento de la Iglesia todavía están en vigencia, porque su fuente es la Sagrada Escritura misma, la cual «aunque pasen cielo y tierra esta jamás pasará».Las cinco solas que esgrimió Lutero bajo la égida del Espíritu Santo siguen tan vigentes como hace 500 años. El vino del Señor siempre seguirá siendo nuevo y siempre seguirá embriagando del Espíritu a quienes lo beban de corazón en cada generación. La Sola Gracia, Sola Fe, Solo Cristo, Solo la Escritura y Solo a Dios sea la Gloria; fueron y son la base de la Reforma, y de toda la revelación divina.

¿Qué y quienes fueron reformados?

Aceptar que el imperio religioso romano, hoy conocido como Estado Vaticano, era la iglesia de Cristo es el primer gran error histórico y escritural. Lo que Lutero protestó públicamente fueron los abusos de una institución que secuestró a la verdadera Iglesia de Cristo desde el siglo IV, la religión que persiguió a los apóstoles y los profetas del Señor que se erigió de manera avasallante como la única portadora de la salvación de Jesús haciéndoselo creer a la humanidad desde Constantino hasta Francisco.La inmensa mayoría de los reformadores eran clérigos de las diferentes órdenes católicas, fueron gente formada bajo el fuero y los dogmas vaticanos, no precisamente por la Biblia; es así como el Espíritu Santo despierta a Lutero y a muchos otros dentro de la religión de Roma y es desde allí que trae la Reforma. Entonces, la protesta pública que originó la Reforma vino desde dentro de la religión católica, puesto que la verdadera Iglesia de Cristo -la de siempre, la que no se contaminó con el sincretismo pagano de Constantino-, seguía el camino trazado por el Espíritu en medio de persecuciones, torturas y muerte.

La Iglesia fortalecida tras la Reforma

Todo ese contingente de hombres y mujeres que nacieron de nuevo en Cristo gracias al movimiento reformista pasaron a engrosar las filas de la Iglesia del Señor que siempre ha sido y estado, la fiel descendiente de Jesús y sus apóstoles, la que siempre ha guardado la Biblia como ÚNICA norma de fe y conducta. La Iglesia salió fortalecida y desde el siglo XVI hasta la fecha sigue creciendo y avivándose ante la proximidad de la venida de Cristo por ella. La que había sido perseguida y disminuida por el peso de la religión vaticana, comenzó a reforzarse y crecer.

Rompimiento con el Estado

La Reforma logró la separación entre los integrantes del catolicismo que salieron de ella convertidos al verdadero Evangelio de Cristo del Estado (reinos/monarquías y gobiernos), pero en realidad Roma siguió manteniendo su poder hegemónico sobre los reinos que profesaban esa religión y en tiempos modernos sobre los gobiernos democráticamente electos y aun los dictatoriales, sobre quienes la jerarquía católica ha ejercido solapadamente su influencia; siendo su principal brazo ejecutor la facción del Opus Dei, esa suerte de secta secreta omnímoda e infiltrada en estructuras de gobierno y alto liderazgo de los países. Facción encargada de la solapada persecución a los hijos de la Reforma.A eso se debe el paupérrimo estado espiritual de naciones y continentes enteros donde Roma cogobierna, solapadamente, las naciones. Para muestra tenemos a Latinoamérica sumida en la indigencia espiritual y plagada de idolatría, cuando no por las imágenes que Roma erigió e impuso es por las que las religiones ancestrales y afroamericanas introdujeron encubiertamente durante la Colonia, adoptando las imágenes del catolicismo para ocultar sus deidades dentro de las mismas, todo esto ante el silencio cómplice del clero romano; pero eso está cambiando desde hace algunas décadas porque la luz del Evangelio está disipando las tinieblas de la idolatría católica/ancestral/afrodescendiente. 500 años después, la orden dada por el Señor que inició con la protesta del 31 de octubre de 1517, y que el libro de Apocalipsis reseña de manera contundente, cada día se cumple más ante la inminencia del fin. «Porque todas las naciones han bebido el excitante vino de su adulterio; los reyes de la tierra cometieron adulterio con ella, y los comerciantes de la tierra se enriquecieron a costa de lo que ella despilfarraba en sus lujos. Luego oí otra voz del cielo que decía: “Salgan de ella, pueblo mío, para que no sean cómplices de sus pecados, ni los alcance ninguna de sus plagas; pues sus pecados se han amontonado hasta el cielo, y de sus injusticias se ha acordado Dios. Páguenle con la misma moneda; denle el doble de lo que ha cometido, y en la misma copa en que ella preparó bebida mézclenle una doble porción. En la medida en que ella se entregó a la vanagloria y al arrogante lujo denle tormento y aflicción; porque en su corazón se jacta: ‘Estoy sentada como reina; no soy viuda ni sufriré jamás’. Por eso, en un solo día le sobrevendrán sus plagas: pestilencia, aflicción y hambre. Será consumida por el fuego, porque poderoso es el Señor Dios que la juzga”» (Apocalipsis 18:3-8).Desde que Dios ratificó a través de Martín Lutero y los reformadores y que el apóstol Juan había escrito 14 siglos antes: «¡Salgan de ella, pueblo mío, para que no sean cómplices de sus pecados!», millones han salido convirtiéndose a Jesucristo de manera genuina, tal y como lo indica la Biblia. Y todavía faltan millones más por salir. Millones más serán reformados de mente y corazón y abrirán los ojos al entendimiento de lo que revela la Sagrada Escritura; esa que Roma tanto ha perseguido desde Lutero pero jamás ha podido frenar, ni lo hará.

La verdadera celebración, 500 años después

Si algo hemos de celebrar en 2017, es la eficacia de la Biblia, el poder del Espíritu Santo para revelar la Verdad en los corazones hambrientos por Él; porque la Reforma hoy todavía sigue reformando y protestando, sus cinco solas siguen penetrando lo más profundo del ser, ya que «la palabra de Dios es viva y eficaz, y más cortante que las espadas de dos filos, pues penetra hasta partir el alma y el espíritu, las coyunturas y los tuétanos, y discierne los pensamientos y las intenciones del corazón».Y nosotros, los depositarios del vino nuevo del Espíritu, debemos cuidar bien no corromperlo como lo hizo Roma, pues no dudemos ni un segundo que el Señor traerá entonces también una Reforma a la iglesia evangélica/protestante que se desvíe de la Biblia. La Sola Gracia, Sola Fe, Solo Cristo, Solo la Escritura y Solo a Dios sea la Gloria; jamás dejarán de ser. Si así hacemos recibiremos del Señor galardones eternos, caso contrario, como dice Jesús, «la palabra que he hablado; ella lo juzgará en el día final».

Georges Doumat B.

[quote][icon type=»vector» icon=»momizat-icon-user4″ size=»32″ hover_animation=»border_increase» ]Georges Doumat B. es Licenciado en Teología, mención Pastoral, comunicador con más de 25 años de experiencia, escritor, pastor fundador del Centro Cristiano El Elyon (El Dios Altísimo) en la isla de Margarita, Venezuela; está casado con Verónica Montaner con quien comparte el pastorado, tiene tres hijos, Pedro Antonio, Georges Samuel y Gracia Teresa.[/quote]

 

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