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¿Saben votar los cristianos?

A raíz de los recientes procesos electorales celebrados en América Latina, donde ha crecido la participación de los cristianos, tanto a la presidencia de sus respectivos países, como a los diferentes cargos de elección popular, incluyendo los parlamentarios, un grupo de comunicadores de habla hispana del mundo sostuvimos un improvisado foro dentro del chat al que pertenecemos, gracias a las bondades de la tecnología, donde nos hicimos la pregunta con la que titulamos el artículo de hoy.
¿En realidad saben votar los cristianos…? La respuesta fue unánime: ¡No!
Son muchos los factores que han jugado en contra de que los creyentes no sepan votar o no respalden a los propios que aspiran cargos de elección. Podemos enumerar una larga lista, ¿temor?, ¿ignorancia?, ¿incapacidad? Tal vez falta de discernimiento; ¡sí!, tal vez.
El apóstol Pablo escribió algo que es propicio recordar hoy: «el hombre natural no percibe las cosas que son del Espíritu de Dios, porque para él son una locura; y tampoco las puede entender, porque tienen que discernirse espiritualmente. En cambio, el hombre espiritual juzga todas las cosas, pero él no está sujeto al juicio de nadie» (1ª Corintios 2:14-15). La política y lo electoral también deben discernirse de manera espiritual, usando la mente de Cristo; el problema radica en que mayoritariamente lo hemos estado haciendo de manera natural, viendo a los hijos de Dios desde el cristal del ejercicio político de los impíos. Grave error.
A Dios gracias estamos aprendiendo a dejar las cuatro paredes de los templos para tomar los montes de influencia del mundo, pero lo que no queremos aprender es a usar los púlpitos de manera más eficaz. Instruir a la feligresía en el ineludible tema de la participación política del creyente, así como en la elección bajo la dirección del Espíritu Santo, de los mejores candidatos, es materia pendiente. Una cosa es involucrar a la Iglesia de Cristo en la política y otra muy diferente es instruir a los nuestros para su correcta participación política y electoral.
Si somos sinceros, debemos admitir que caímos en la trampa de la separación de la Iglesia-Estado llevándola a estadios equivocados. Hacer un pacto de unidad entre ambas instituciones es un error y sería un retroceso a lo logrado por la Reforma, pero de ahí a no instruirnos bíblicamente acerca del papel del cristiano en la política es todavía peor. Dejemos que nuestros ministros debidamente preparados y capacitados políticamente y que viven en santidad ayuden al pastorado a lograr este cometido. Los pastores deben reconocer que no lo saben todo y que necesitan ayuda en esa materia y, sobre todo, que tengan la humildad de dejarse ayudar.
Tarde descubrieron muchos que la política no es del diablo, del diablo será todo lo que nosotros no iluminemos y conquistemos en el nombre de Jesús. «La luz resplandece en las tinieblas, y las tinieblas no prevalecieron contra ella» (Juan 1:5); el verbo prevalecer está en pasado, es decir, ya la luz venció y disipó las tinieblas hace más de 2.000 años, lo que debemos hacer es aplicar a la política la Luz y la Verdad del evangelio, «convirtámoslos a nosotros y no ellos a nosotros». Lo que se diga contrario a esa verdad es simple ignorancia escritural.
Los políticos tradicionales no nos quieren fuera de los templos, no les conviene que salgamos. ¿Les haremos el favor? ¿Permitiremos que solo nos busquen cuando hay elecciones y luego se burlen de nosotros? ¿O terminaremos de tomar nuestro lugar en la política para enseñarles a ellos que sí se puede gobernar en santidad, administrar y distribuir los recursos de manera eficiente para traer paz y desarrollo pleno a toda la población?
Urge que nos capacitemos y capacitemos a los nuestros en materia política y electoral, porque no basta con aprovechar nuestra creciente influencia numérica, sino que debemos discernir y guiar a los nuestros para elegir a los mejores, aquellos a quienes Dios respalda y quienes pondrán el nombre de Jesús en alto.

@GeorgesDoumat

-o-o-o- 1, 2, y 3 -o-o-o-

1 ¿SE PUEDEN EVITAR MUCHAS MUERTES POR CATÁSTROFES? Ante la erupción del Volcán de Fuego de Guatemala que causó varias decenas de muertes, heridos y damnificados, surge la obligada pregunta que nos ocupa. Si este volcán venía mostrando una creciente actividad desde febrero, ¿por qué no evacuaron o salvaguardaron a los pobladores en las laderas del mismo? Viene siendo hora ya de que nuestros gobernantes sean más serios y previsivos frente a la dañada naturaleza. Exceptuando a ciertas catástrofes, en la mayoría se pueden salvar miles de vidas con previsión y hasta evacuación. ¡Dios nos conceda gobernantes responsables porque ya estamos en los últimos tiempos…!
2 HALLADO EN EGIPTO PRIMER FRAGMENTO CONOCIDO DEL EVANGELIO DE MARCOS. El fragmento más antiguo del Evangelio de Marcos, que data entre el año 150- 250 d.C., fue publicado recientemente por la Sociedad de Exploración de Egipto a partir de un papiro griego. El fragmento de Marcos es pequeño, mide solo 4,4 x 4 centímetros. Christianity Today informa que contiene solo unas pocas letras en cada lado de los papiros de los versículos 7-9 y 16-18 de Marcos 1, indicando que estaba en forma de un libro en lugar de un rollo. La arqueología sigue siendo la mejor aliada de Dios en la comprobación de la veracidad de la Biblia.
3 LO DIJO Miguel De Cervantes: “Encomiéndate a Dios de todo corazón, que muchas veces suele llover sus misericordias en el tiempo que están más secas las esperanzas”.
Y la Biblia DICE: “Encomienda al Señor tu camino, confía en Él, que Él actuará; hará resplandecer tu justicia como la luz, y tu derecho como el mediodía” (Salmo 37:5-6. LBLA).

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