Tú no fuiste, tú no serás. Tú eres ahora

La vida no fue, la vida no será. La vida es.
No existe el pasado o el futuro, ambos son una ilusión de la mente, para poder procesar los acontecimientos, que sólo ocurren en este instante, este momento, aquí y ahora. El pasado es un recuerdo y el futuro es una ilusión.
No puedes vivir en los recuerdos o en las ilusiones, y mucho menos permitir que algunos de ellos te atrapen.
Esta es la razón por la cual la gente experimenta traumas o vive procrastinando en su presente. Posponiendo lo mejor de su vida para algún día incierto, esperando que algo pase o que las circunstancias cambien, y mientras tanto la vida pasa y pasa, y se te escapa como el agua entre los dedos.
“Tú eres quien siempre fuiste y quien siempre serás”.
No importa si lo recuerdas o no en este momento, tampoco importa si quien ya eres no es parte de tu experiencia actual.
No necesitas que nadie te etiquete o te diga lo que puedes o no hacer. Ya tú eres todo lo que quieres ser, aún cuando el deseo o el pensamiento de eso no esté presente.
No necesitas hacer absolutamente nada para ser alguien, porque ya tú eres todo lo que puedes ser. Todo lo que eres está dentro de ti, cuando lo concibes con el pensamiento, lo experimentas con el sentimiento y lo exteriorizas con palabras, solo estás ejecutando por vía de la acción de lo que ya eres.
Esta es la razón por la cual tu expresión más poderosa es: YO SOY.
Lo que fuiste o serás no tiene ningún valor, es por ello que no debes cometer el error de validar y expresar con palabras detrás de la afirmación Yo soy ninguna de las etiquetas que otros te pusieron.
Por ejemplo: Soy un fracasado, soy un idiota, bueno para nada, soy un perdedor o soy incapaz, porque les estás dando poder a palabras que no describen tu esencia original, las cuales se manifiestan en tu vida para ser experimentadas por ti como parte de tu realidad, aunque ninguna de ellas te describe a ti.
Es inevitable, tú les diste vida, todo lo que experimentas bueno o malo sale de ti. Tú eres el creador de tu realidad, ya sea que lo hagas de manera consciente o inconsciente.
Tú no eres lo que otros dicen que eres. Tampoco eres lo que el sistema dice que eres. Tú eres lo que Dios dice que tú eres. Tú eres uno con Dios y con todo lo que es.
Tú no eres una mercancía estropeada con fecha de caducidad, colocada en el anaquel de una tienda, con un precio rebajado, por estar estropeada.
No importa lo que has vivido o lo que te haya pasado, tú no estás estropeado, tú no estás en rebaja, nunca te mires con menos valor que el que ya tienes. Quítate esas etiquetas que te menosprecian.
Tú eres un ser extraordinario, dotado y capaz, lleno de dones, habilidades y destrezas que probablemente aún no han sido descubiertas por ti, debido a la imagen inferior que tienes de ti mismo por las etiquetas que has validado como tuyas hasta ahora.
“Tú eres más de lo que piensas, tú eres más de lo que crees”.
Tú puedes hacer todo lo que quieres aquí y ahora, no algún día en el futuro. Porque ese día no existe, sólo existe este momento. Hoy es tu día, no mañana.
Sea lo que sea, hazlo ahora, no importa dónde estés, ni la edad que tengas, tampoco importa tu pasado ni cuántas veces te equivocaste; recuerda, el pasado no existe, solo es un recuerdo en tu mente.
Si el pasado no existe, tampoco existen tus equivocaciones. No permitas que los fantasmas de tu mente saboteen tu presente.
“No esperes un día perfecto en tu futuro para hacer lo que quieres, el día perfecto es hoy”.
Sacude tus excusas, seca tus lágrimas y levántate aquí y ahora, para brillar con la luz de Dios que está dentro de ti, jamás olvides que Dios y tú son UNO.
¿Hay algo imposible para Dios?
La respuesta que le des a esta pregunta aplica perfectamente para ti.
Cuando sabes quién eres realmente, desaparecen los imposibles en tu vida.
Yo soy: … elige con mucho cuidado la palabra que sigue después de esta afirmación, porque esa es la identidad que estás validando para ti. Asegúrate en todos los casos, actuar desde el amor, sólo así garantizas actuar a la altura de tu dignidad y la de Dios. “Si tú te ves bien, Dios se ve mucho mejor”, porque tú eres la viva expresión de Él, aquí y ahora.
Hoy es tu día perfecto.
Miguel Ángel León R.
Apóstol, psicólogo y escritor