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Sabiduría de los dichos de Salomón No. 17: El sabio piensa con mentalidad estratégica, Arnoldo Arana

«El hombre sensato se anticipa a los problemas y se prepara para enfrentárseles. El simple no prevé y sufre las consecuencias» (Proverbios 27:12).
Otra versión dice: «El prudente ve el peligro y lo evita;  el inexperto sigue adelante y sufre las consecuencias». Salomón contrasta entre el prudente y el simple (inexperto), tanto en su actitud como en sus resultados. La actitud del prudente es de previsión y cautela para apartarse de los problemas y peligros; mientras que el simple (ingenuo) actúa con imprudencia y negligencia. El resultado que acompaña  al prudente es protección contra lo malo, pero el simple recibe las consecuencias negativas de su imprudencia. El prudente piensa con mentalidad estratégica: anticipa, actúa con proactividad; se adelanta a los problemas, en vez de reaccionar.

El sabio actúa con mentalidad estratégica

¿Piensa usted en forma estratégica? ¿Habitualmente los cambios del entorno le toman por sorpresa, o es capaz de anticiparse a ellos? ¿En su mente es capaz de anticipar el futuro? ¿Tiene una visión de su organización y de usted mismo claramente definida?
El espíritu de este proverbio es actuar con prudencia y previsión: poder anticipar los problemas y prepararse para enfrentarlos con efectividad. Esto supone desarrollar y actuar con mentalidad estratégica. Jesús de Nazaret también nos alerta sobre la necesidad de ser previsivo y de pensar estratégicamente, si queremos obtener mejores resultados, y queremos evitar las consecuencias negativas de actuar por impulso y sin previsión. «Porque ¿quién de vosotros, que queriendo edificar una torre, no se sienta primero y calcula los gastos, a ver si tiene lo que necesita para acabarla? No sea que después que haya puesto el cimiento, y no pueda, todos los que lo vean comiencen a hacer burla de él, diciendo: Este hombre comenzó a edificar, y no pudo acabar. O qué rey, al marchar a la guerra contra otro rey, no se sienta primero y considera si puede hacer frente con diez mil al que viene contra él con veinte mil? Y sino puede, cuando el otro está todavía lejos, le envía una embajada y le pide condiciones de paz» (Lucas 14:28-30). Esta ilustración tenía como objetivo hacer reflexionar a los potenciales discípulos de Jesús, sobre los costos que implicaba seguirle a Él –costos del discipulado. Pero además nos habla de la necesidad de actuar en la vida con previsión, con mentalidad estratégica, lo cual es opuesto a la improvisación y a la conducta ligera e irreflexiva, que no pondera las posibles  consecuencias de las decisiones que se toman. Sería muy triste que después de iniciar con grandes expectativas y entusiasmo un proyecto, emprendimiento o empresa, abandonáramos a mitad de camino, porque nos dimos cuenta que no teníamos el talento, el conocimiento o los recursos  financieros necesarios para acabar lo que empezamos.
En este sentido, la persona con mentalidad estratégica siempre tiene planes para el futuro, constantemente están visualizando opciones y evaluando escenarios, porque tienen un propósito claro, articulado en objetivos definidos. No solamente ve las circunstancias presentes, sino que está captando patrones y alternativas que otros no ven, como consecuencia de haber desarrollado el hábito de «alzar sus ojos hacia el horizonte y ver más allá de la coyuntura en que vive», lo cual le permite tener capacidad de respuesta ante situaciones imprevistas, al prever los problemas y sus soluciones, porque la mente estratégica piensa con visión de largo plazo, con sentido de propósito, no se entretiene en lo cotidiano y de corto plazo.
Desarrollar un enfoque estratégico no significa llenarnos de cuentas y análisis rigurosos, aunque el análisis es necesario, sino más bien de adoptar un estado mental flexible y abierto al cambio. Cuando actuamos con enfoque estratégico, nos movemos con proactividad, no en forma reactiva, lo cual nos permite tener capacidad de reacción antes situaciones imprevistas. Es desarrollar la capacidad de ver los obstáculos que se pueden presentar, las posibilidades ocultas y las diferentes opciones por las que se puede optar, lo que requiere también desarrollar la capacidad de visualizar e imaginar los pasos requeridos para alcanzar los objetivos planteados. Este es un proceso más intuitivo que racional, un proceso que va más allá del ámbito consciente y meramente analítico. Como dice Kenichi Ohmae, en relación con el mundo empresarial: «…las estrategias de negocios que llegan a tener éxito no provienen de un riguroso análisis, sino más bien de un particular estado mental».
Lo vertiginoso y complejo del cambio no deja lugar para las improvisaciones. La falta de previsión y sentido estratégico puede resultar un error demasiado costoso, un lujo muy caro en estos tiempos de cambio permanente. Al respecto dice Peter Drucker «estar sorprendido con lo que ocurre es un riesgo muy grande para tolerar», sobre todo en un mundo tan complejo, competitivo y cambiante. El líder/gerente estratega está consciente de esta realidad, por lo que no deja al azar o bajo la responsabilidad de otro, el curso de acción a seguir, sino que explora dentro de sí y en el entorno, para definir su estrategia.
Enseñanzas para el liderazgo:
El líder con mentalidad estratégica no actúa reactivamente, ni improvisa, sino que actúa con proactividad, con intencionalidad.
Los líderes con mentalidad estratégica diseñan con proactividad el futuro de la organización; se anticipan a los problemas. Se enfocan en crear las oportunidades.
«La mentalidad estratégica es un ejercicio (disciplina) diaria y no un recurso que puede dejarse en hibernación durante las épocas tranquilas y despertarse cuando surge una emergencia». Kenichi Ohmae.
La falta de previsión y sentido estratégico puede resultar un error demasiado costoso, un lujo muy caro en estos tiempos de cambio permanente. Al respecto dice Peter Drucker: «Estar sorprendido con lo que ocurre es un riesgo muy grande para tolerar», sobre todo en un mundo tan complejo, competitivo y cambiante.
Pensamiento: Desarrollar una conducta proactiva ayuda a anticiparse y afrontar problemas, y prever consecuencias negativas.
Arnoldo Arana
Pastor, psicoterapeuta y escritor
arnoldoarana@hotmail.com

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